Lean en la edición digital de EL COMERCIO la entrevista de abril 14 al capuchino Cabodevilla sobre los Taromenane. El misionero vasco habla en base a su vasta experiencia con los amazónicos y no incurre en mentiras piadosas. Lo que dice coincide con lo que se reporta de la tribu amazónica en aislamiento mejor investigada, los Yanomamö de la frontera venezolana-brasilera.
Desmiente que los Taromenane carezcan de contacto y que quieran vivir en total aislamiento. Tienen machetes, hachas y ollas que consiguen de Huaorani en contacto con la sociedad nacional.
Napoleón Chagnon, el antropólogo que estudió los Yanomamö, fue bien recibido en poblaciones aisladas que nunca habían visto un blanco, pero que por el “correo de la selva” sabían que Chagnon llegaba con utensilios para repartir.
Los activistas se apresuran en acusar a la actividad petrolera de exacerbar a los Taromenane. Pero Capodevilla observa que la pareja Huaorani que fuera muerta a lanzazos estaba a pocos cientos de metros de un grupo de trabajadores petroleros desarmados.
El activista Joe Kane describió en 1993 cómo las comunidades Huaorani más aisladas mudaban sus aldeas cerca de las pistas de aterrizaje porque las avionetas petroleras les traían las herramientas apetecidas.
Los pueblos no contactados se organizan en grupos familiares autónomos de unos cien individuos. Viven en permanente estado de guerra con sus vecinos por el acceso a mujeres, tanto adultas como niñas que son futuras esposas. A los hombres y niños los matan para evitar vendettas.
Cabodevilla presume que de esta manera los Taromenane acabaron con los varones Tagaeri y asimilaron a las mujeres.
Tanta violencia nos causa sorpresa porque creemos en lo que elucubró el gran pensador ginebrino Jean-Jacques Rousseau, cuando no había etnólogos: que antes de la civilización y la propiedad privada, el hombre vivía apaciblemente en armonía con la naturaleza; que era “el noble salvaje”.
Rousseau influye en Karl Marx, que filosofa que la sociedad capitalista tocará fin y la humanidad regresará a esa ideal sociedad comunista, pasando por un transitorio socialismo. Los verdes más profundos consideran que volviendo a esa sociedad sin propiedad privada se alcanza el Buen Vivir.
Los grupos familiares amazónicos que establecen contacto con la sociedad nacional adquieren la herramienta más apetecida: la escopeta. Por lo que en el ciclo de violencia ya descrito, los de menor aislamiento terminan aniquilando a los más aislados.
La muerte masiva de los Taromenane a manos de Huaorani en pos de venganza es la crónica de una muerte anunciada.
Tenemos pueblos en distinto estado de contacto o falta del mismo con la sociedad nacional, ¿A quiénes se les aplican las leyes nacionales, y a quiénes no?