El 11 de marzo del 2015 el gobierno del Ecuador aplicó salvaguardias a 2 960 productos importados. Esta medida, consistente en la fijación de sobretasas que van del 5% al 45%, se tomó con la finalidad de equilibrar la balanza de pagos, afectada por la caída de los precios del petróleo y la depreciación de las monedas de los países vecinos.
Pese a que las salvaguardias van en contra de las disposiciones fijadas por la Organización Mundial de Comercio (OMC) y el gobierno del presidente Rafael Correa se comprometió en un principio a eliminarlas, el 29 de abril fueron diferidas por un año más. Es decir, el desmantelamiento progresivo anunciado por las autoridades del 40%, 25% y 15% para abril, mayo y junio de este año quedó en el limbo. Lo único que se quitó fue la sobretasa del 5% a 700 de las 2960 partidas.
La aplicación de esta medida hizo que las importaciones en el 2015 se reduzcan en USD 2 243 millones, 32% menos con respecto del 2014. Los productos importados más afectados por esta medida gubernamental fueron con los contenidos en las partidas y subpartidas arancelarias de preparados de alimentos, prendas de vestir, frutas, impresoras, imprentas, televisores, calzado, muebles, juguetes, manufacturas de plástico, refrigeradoras y congelados.
Y aunque esto ha tendido a equilibrar la Balanza de Pagos del Ecuador ha generado graves distorsiones en el mercado, así como ganancias extraordinarias a ciertos sectores. Muchos de los productores locales en lugar de mantener los precios de antes, aprovecharon de las salvaguardias para igualarse con los importados. Es decir, ha habido un alza injustificada de precios. Lo curioso de esto es que esta alza en el precio de los productos nacionales no se ha reflejado hasta ahora en los índices oficiales de la inflación pero si explica que el Ecuador sea uno de los países más caros de América Latina.
Otro de los grandes beneficiarios de esta medida, a más de ciertos sectores de la industria nacional, ha sido el gobierno. La aplicación de las salvaguardias representaron para el fisco un ingreso de aproximadamente USD 788 millones en el 2015. Una suma nada despreciable en estos momentos de grave crisis y serio desfinanciamiento del Estado.
Esto me lleva a pensar que al haber dos sectores que se han beneficiado preferentemente de esta medida, va a ser difícil de eliminarla. Difícil porque no se aprecia del lado del sector productivo algún interés por aumentar la productividad, innovar, mejorar la competitividad y tratar de exportar. Tampoco de parte del Estado por reducir el gasto.
No obstante, las salvaguardias tendrán que ser retiradas más temprano que tarde. Es un tema pendiente con la OMC. Un requisito clave para poder concretar el Acuerdo Multipartes con la Unión Europea. Pero, sobre todo, un elemento clave del cambio de modelo que deberá implementar el nuevo gobierno en el 2017.