Lo sería si se pretendiera ejecutar ofertas electorales de ese riesgo. Se ofrece que “el próximo gobierno, en la primera semana, de las Reservas Internacionales (RI) del Banco Central del Ecuador (BCE), tomaría USD 1 000 millones, para distribuirlos en un millón de familias, o sea mil dólares para cada una del millón de familias”. Después se ofrecieron más entregas del gobierno para pagos pendientes, tomando la liquidez de esas Reservas.
En el BCE, sus mayores volúmenes de liquidez son de quienes por Ley están obligados a entregársela, por eso ahí están la de los gobiernos descentralizados, de las entidades de la seguridad social, de las empresas públicas, de otras entidades públicas, de fondos de terceros y de entidades bancarias y financieras, Como por el BCE se manejan los principales flujos externos del Ecuador, de los flujos de los depósitos que recoge el BCE, al interior del Ecuador, la mayor parte se traslada a las cuentas de RI, para tener capacidad en los servicios de pagos externos, que no puede dejar de atender el Ecuador, por el riesgo de caer en default, con cese de flujos de ingresos.
A la fecha, de girar el 50% de sus saldos en el BCE, los que tienen su liquidez ahí depositada, el riesgo de colapso sería incontrolable, porque no habría liquidez suficiente, de no recibir crédito externo el BCE, para atender retiros.
Revisemos los números del BCE al 30 de abril del 2020, cierre del mes anterior al 8 de mayo del 2020, cuando el BCE, a pesar de que Andrés Arauz estaba con licencia sin sueldo, le habría forzado a renunciar, pagándole USD 27.583 de indemnización, sin considerar que el BCE estaba pasando una severa iliquidez, que, hasta le había obligado, semanas antes, a obtener un crédito externo de facilidad de liquidez, para poder contar con ésta.
Entonces, se declaró a las RI en USD
2 860,5 millones. En el mes hubo ingresos de liquidez para tales Reservas, por USD 4 503,4 millones y egresos -pagos- por USD 3 633,1
millones. En los ingresos, los dos principales rubros fueron: USD 2 317,4 millones de giros del
exterior para el sector privado; y USD 1 181,9
millones de las cuentas del “Fondo de Liquidez de las entidades del sector financiero privado y popular y solidario”, cuya principal fuente son los aportes de las respectivas entidades, con el fin de cubrir riesgos de deficiencias, en el evento de retiro de depósitos.
Un eventual susto que cause un número elevado de retiros de dinero, por ejemplo, por el anuncio de una cuarentena, que haga sospechar la caída de la dolarización, con la apropiación de la liquidez del BCE, que no le pertenece a este, sino a los que son las fuentes de la provisión de su liquidez, entre estas el citado Fondo de Liquidez, sería peligrosísimo.