A esta altura de l vértigo de los acontecimientos la sigla RC podría significar muchas cosas a la vez, algunas de ellas contradictorias.
Para los más críticos del pasado inmediato quienes viven con mucha pasión y a veces con una dosis de razón, el destape post-década ( ganada, perdida, extraviada, etc.) podría significar Robo Colosal.
Habrá quienes expresen en la sigla RC, la huella de la Revolución Caduca.
Otros buscarán en la RC, el devaneo de un Recuerdo Confuso. Muy largo para ser un sueño que terminó de modo abrupto, como pesadilla con una Real Cruda luego de la fiesta finalizada con aterrizaje forzoso.
Cuando hace seis meses llegaba al poder el nuevo Gobierno (continuista para muchos) muy poca personas hubiesen podido imaginar que antes del final de año el Vicepresidente se encuentre detenido, condenado y sin funciones.
Tampoco se podía pensar que un actor principal del juicio por Odebrecht sea el mismo Fiscal designado por el Consejo de Participación Ciudadana- un organismo tan venido a menos en su imagen y prestigio-, quien avance en las acciones y ahora mismo tenga en sus manos los expedientes para iniciar indagaciones por varios supuestos delitos concurrentes: cohecho, concusión, enriquecimiento ilícito, etc., como deriva de los documentos que sustentaron la primera sentencia.
Nadie hubiese imaginado entonces – a fines de mayo- ,un escenario de juicio político, al ex pre candidato presidencial, hombre fuerte del gobierno de RC y la posible pérdida de la alta investidura pasado el dos de enero y la consecuente formulación de una terna presidencial para sustituirlo.
Pero todo llegó, veloz y sorpresivo, y quién sabe qué más vendrá, como consecuencia de todo esto, más allá de la debacle del otrora poderoso movimiento oficialista, hoy, literalmente, partido.
En medio de un mapa económico no resuelto, la Consulta Popular está en marcha con la sui géneris figura de todos los partidos sin excepción apoyando el Sí, propuesto por Lenin Moreno y una magra representación de figurantes por el No.
Por ahora los vientos anotan que la Consulta está definida, aunque todavía no empieza la campaña y todo podría suceder.
Pero luego del cercano 4 de febrero, acaso con nuevo Vicepresidente, con una deuda externa abultada y una estructura burocrática grande para el tamaño de una economía en crisis -que se le escondió al actual Presidente-, quedan tres años y medio largos por delante, con la deuda social pendiente – la más crítica, la del empleo y la inversión débil para generarlo-.
Si no se emprenden cambios a tiempo que den señales de apertura y concertación social y política, seguir gobernando con los remanentes del Régimen pasado puede ser un lastre inmanejable. El nuevo Pastor – sentido figurado – pude contar el rebaño y constatar que muchas ovejas saltaron la alambrada y otras solo están por su triste supervivencia. Es tiempo de renovar.