No habrá pérdida de tiempo. El primer día de su gobierno, el presidente Guillermo Lasso enviará a la Asamblea un proyecto de reforma tributaria. Debemos esperar tres ejes:
Un pilar del pensamiento liberal es que para que la economía funcione bien, las reglas tienen que aplicarse a todos por igual. Una crítica frecuente de los liberales a las economías latinoamericanas es que se basan en el compadrazgo, las influencias, y no en la eficiencia. Eso impide surgir a quien no tiene influencias. El que un negocio no tribute lo que debe, le da una ventaja ilegítima sobre otro que si paga. Lasso propenderá a frenar la evasión tributaria en los negocios.
Los impuestos deben ser de fácil cobro y declaración. No cabe que los contribuyentes, sobre todo los pequeños, tengan que dedicar tanto tiempo y dinero para atender obligaciones con el SRI y el IESS. Los trámites se simplificarán.
Esta reforma, ¡Oh sorpresa! No es para subir impuestos, sino para bajarlos. La idea es tener menos impuestos, eliminar los que crean incentivos perversos y los que cuestan más cobrarlos de los que generan. Y cobrar mejor los que quedan. Se derogará el impuesto del 2% a las ventas de microempresarios.
La baja de impuestos va a crear fricción con el Fondo Monetario, que presionó para cerrar la brecha fiscal mediante el alza del IVA al 15%, lo cual Lenin Moreno aceptó, pero para que lo implemente el sucesor. Y Lasso está en contra.
En 2018 el Estado (incluyendo gobiernos locales) gastó el equivalente al 39% de la producción nacional, una proporción similar a la de EE.UU.
El plan con el Fondo Monetario apunta a que esta
relación se estabilice en 33%. Colombia está en 31% y Chile en 25%.
De las declaraciones del presidente electo, se desprende que considera que el ajuste que propone el Fondo se basa en crear más ingresos para el Presupuesto, y no en tornar más eficiente el gasto público. Cortando gastos superfluos, mejorando la eficiencia, y cobrando a los evasores, el país podría resolver su problema fiscal, sin aumentar los impuestos y eliminando los que causan perjuicio a la economía como el ISD, a la salida de divisas, y el exagerado impuesto a la herencia.
Una propuesta del Fondo atañe al impuesto a la renta. El Fondo propone varias cosas. Que se cree una tasa más baja que se aplique a ingresos hoy exentos, porque solo el 30% de los formales pagan el impuesto y que la base de contribuyentes es muy pequeña; que suba la tasa marginal (hoy 35%: la que pagan los mayores contribuyentes personas naturales); y que se cree una unidad en el SRI para controlar a los grandes contribuyentes.
Habrá que ver qué de eso se incluye en la propuesta de Lasso. La no elevación del IVA será la principal discrepancia del nuevo Gobierno con el FMI, cuando se sienten a modificar el actual acuerdo.