Cuando llegó la televisión se pensó que la radio -inventada por el italiano Guillermo Marconi en 1897- iba a desaparecer. Los rusos sostienen que Marconi inventó la transmisión de la radio y Alexander Popov la recepción de ondas.
Y la radio no desapareció. A la onda corta -sintonizada en el siglo XX en Ecuador, a través de radios internacionales como HCJB, La Voz de Alemania, La Voz de América, Radio Habana Cuba, Radio Moscú o Zutatenza, de Colombia, entre otras-, siguió la onda larga, conocida como AM y más tarde FM (VHF), frecuencia modulada, con sonido estéreo y alta fidelidad.
El mismo destino fue anunciado con el advenimiento de la Internet, cuando en 1982 ARPANET adoptó el protocolo TCP/IP y en aquel momento se creó Internet (International Net). Pero la radio ha sido reinventada con la creación de sistemas conocidos como podcast, que recuperaron con creces el lenguaje sonoro.
La palabra ‘podcast‘ fue inventada por Ben Hammersley, periodista del diario The Guardian. Proviene de la contracción de “iPod” (lector portátil creado por Apple), y de “broadcast” (difusión, en inglés). Hoy existen más de 700.000 podcasts disponibles en iTunes, la mayor plataforma del sector. El éxito del podcast ha permitido renovar la relación entre el animador y su audiencia.
El poder de la voz -a través del podcast- se debe a dos cambios cruciales: uno tecnológico, cuando Apple incorporó en 2012 al teléfono inteligente una aplicación de podcast, y otro cultural, en 2014, cuando un equipo de radio independiente lanzó el programa Serial, una emisión en línea de periodismo de investigación.
Desde entonces, el podcast ha evolucionado en varios formatos, entre los que se cuentan la conversación o entrevista, sobre temas específicos; la información; la cultura, la vida cotidiana, los deportes, la literatura y muchos más. Nacieron, entonces, la “radio a la carta” y los “audioblogs”, como nuevas herramientas de la comunidad abierta y personalizada, como expresión del periodismo ciudadano.
¡La resurrección de la radio ha comenzado!