Desde esta columna hemos venido analizando el endeudamiento excesivo de los llamados países periféricos de la Unión Europea. A pesar del poco peso que tienen esas economías con relación al tamaño de las economías que forman la Unión Europea, no deja de ser un problema preocupante que podría poner en peligro la permanencia de la unión monetaria.
En base a las cifras financieras y macroeconómicas hemos venido manteniendo la necesidad de que países como Grecia, Irlanda y Portugal deberían de inmediato reestructurar sus deudas antes de que sea demasiado tarde y la crisis contamine a otras economías y a sus sistemas financieros.
La prestigiosa revista The Economist en su última edición, publica un editorial bajo el título: Momento para el Pan B. Comienza el editorial diciendo que por espacio de unas pocas semanas y aprovechando las fiestas de fin de año, los europeos hicieron un paréntesis y dejaron los problemas financieros a un lado.
Sin embargo, al iniciarse el presente año, los problemas volvieron a surgir, y esta vez los mismos están relacionados con los altos intereses que algunos países están pagando para poder colocar sus papeles en los mercados.
El 12 de enero le tocó el turno a Portugal y los inversionistas, si bien sobre suscribieron la emisión, penalizaron al país con una tasa de rendimiento del 6,7% para papeles a diez años plazo que Portugal no podrá pagar.
El análisis es claro. El nuevo costo financiero que los países en problemas están pagando, es mucho mayor que la tasa nominal de crecimiento de sus economías que se proyecta para los próximos años.
Con programas de ajuste que implican recortes de gastos e incremento de impuestos, las economías en el corto plazo no crecerán, por lo cual, lo que se está haciendo es poner más dinero sobre un monto que de suyo es excesivo, lo que causará que las deudas se incrementen sostenidamente con relación al PIB. Más aún, a pesar de los ajustes , se continua manteniendo déficits fiscales que deben ser financiados con más endeudamiento.
Esta situación es insostenible. La revista realiza proyecciones en base a supuestos uniformes para los tres países sobre endeudados. Dado que estos países sufren problemas de competitividad, y debido al ajuste fiscal, los salarios y los precios tenderán a caer y por lo tanto el PIB proyectado disminuirá antes de recuperarse y alcanzar los niveles de 2010. La tasa de interés del 5.25% que se proyecta es generosa, y sin embargo, la deuda externa de Grecia, Irlanda y Portugal representarán en 2015 el 165%, 125%, y 100% del PIB respectivamente. Por lo tanto, es el momento de aplicar el Plan B y entrar en una reestructuración que ubique el monto de las deudas a niveles manejables en el futuro.