El precio del petróleo está cayendo en el mercado internacional y esa es una mala noticia para Ecuador, pues implica menos ingresos para la caja fiscal y aumenta la presión para que el Gobierno se endeude más, como viene ocurriendo desde inicios de este año.
El precio del crudo se mantuvo en alrededor de USD 44 durante los primeros meses del 2017, pero en mayo empezó y esa tendencia continúa en junio. La semana pasada cerró en alrededor de USD 40.
¿Alcanza los 40 dólares para cubrir las necesidades del sector público?
La respuesta más rápida es no. Basta ver lo que pasó el 2016, cuando el presupuesto del Estado se diseñó con un precio del petróleo de USD 35. La proyección del Gobierno fue acertada porque el precio promedio del barril fue 34,96 el año pasado.
Pero el 2016 fue un año de crisis, la economía se contrajo 1,5%, el subempleo aumentó, la deuda con proveedores estatales continuó, las empresas vendieron menos y se frenó la inversión pública.
El Gobierno sostiene que eso fue producto de factores externos, entre ellos la caída del precio del petróleo. Es decir, el precio de USD 35 no fue suficiente y por eso el sector público registró un déficit de unos USD 7 000 millones, el más alto en dolarización.
Desde la semana pasada, el nuevo Gobierno prepara los ajustes para el presupuesto que heredó del 2016. Y nuevamente tendrá que proyectar un precio para el barril del petróleo. Las anteriores autoridades económicas, que continúan en el poder, anticiparon que se trabajará con un precio de USD 42, que es factible de alcanzar considerando que el promedio hasta mayo fue de 43.
Pero ese precio tampoco será suficiente para cubrir los gastos y el Gobierno anuncia un déficit de USD 4 600 millones para este año. Para lograrlo necesita bajar los gastos, lo cual va en línea con el anuncio de austeridad. Sin embargo, hay mucho gasto fijo en sueldos y pago de deuda, lo que obligará nuevamente a reducir la inversión pública.