Columnista Invitado
El portorriqueño Héctor Lavóe, creó una canción inolvidable: Tu amor es un periódico de ayer / que nadie más procura ya leer / sensacional cuando salió en la madrugada / a mediodía ya noticia confirmada / y en la tarde materia olvidada…
La canción nos remite a uno de nuestros rasgos culturales misteriosos… la amnesia. Nos caracteriza una capacidad inusitada para el olvido. Nuestra memoria histórica es frágil y volátil. Tal vez por eso, aprendemos poco de la vida, hacemos jirones la cuerda de la historia. Así, no es difícil caer en las mismas trampas tentadoras, las campañas seductoras, las alianzas sin sentido y las mismas figuras y mañas políticas.
Todo se vuelve efímero y fugaz. No está hecho para durar. Es la expresión de liquidez de la vida que menciona el filósofo Bauman. El pasado va quedando en pedazos, acumulado caóticamente, sin referentes y con muchos saltos y vacíos. Se vuelve un periódico de ayer. Hechos sensacionales que se vuelven demasiado pronto, materia olvidada.
Los ejemplo abundan en todos los campos. Desde la vida social y política, recuperamos 3 casos ilustrativos. El más recurrente, la confianza en figuras políticas que han dado muestras evidentes de ineficacia, traición a los principios, corruptelas. Con la amnesia como bandera, insistimos en generosos respaldos.
El tema más agudo, refiere al Fondo Monetario y sus recetas. Las aceptamos y aplaudimos sin recordar -otra vez la maldita amnesia- que nuestro país y otros ya han atravesado estas aguas con graves efectos sociales. Un tercer ejemplo es el capricho por la presencia del Consejo de Participación Ciudadana. Como si no hubiera dado muestras inequívocas de poder interesado, de formalización y ahogo de la participación. Recueros borrosos, desmemoria.
En el campo de la educación, se puede ilustrar el tema con muchos hechos, cuya novelería se trocó rápido en un periódico de ayer. El más doloroso, es el de la violencia en las escuelas. Emergió con la fuerza de un escándalo y se ensombreció en papeleos y leguleyadas.
Una segunda muestra del olvido refiere al tema de las 1 000 escuelas comunitarias que el Presidente se comprometió a reabrir. La problemática que lo justificó – vidas infantiles comprometidas- parece esfumarse.
Y un tercero que vale la pena recuperar es el del Acuerdo Nacional por la Educación. Nació antes que la campaña de acuerdos del Gobierno y mostró una presencia sostenida de la sociedad civil. El Acuerdo aparece hoy peleando contra el recuerdo, con destellos de vida gracias a la iniciativa ciudadana.
No queremos que temas tan significativos agonicen. Sabemos que no siempre son voluntarios y que tras las sombras hay intereses por anular nuestros recuerdos. Es imperativo evitar que se conviertan en “un periódico de ayer…”, una noticia que transita desde el escándalo al olvido. Y nada más.