Aunque ya mismo, con 92 años, me voy a Monteolivo, soplo todavía. Anteayer escribí el siguiente tweet: “Dos mujeres, una negra y otra blanca: Diana Salazar, fiscal general y Daniella Camacho, jueza de la Corte Nacional, han hecho más por Ecuador que los asesinos de García Moreno y los arrastradores de Alfaro. Mujeres del Ecuador, ejemplo para el Mundo y para la Contra discriminación Racial. /Impresiones o veces que personas vieron este tweet en Twitter: 59.875 e Interacciones totales: veces que la gente intercambió con este tweet: 6.115. Un buen amigo que me da temas para que yo escriba, me llamó y dijo: -“Vi tu tweet. Buena acogida. Escribe sobre eso. Es actual, es importante”. Y otro que, además, me manda quesos: -“Van a rendir un homenaje a este par de mujeres. ¡Bien merecido!, pero todo se olvida. Escribe que se constituya una Fundación con los dos nombres, para perpetuar su memoria y para hacer el bien a quienes lo necesiten.” Por esto, nomás, me cito, pues de chico, mi madre me decía: -“Alabanza: en boca propia es vituperio.” ¡Qué hipócrita que soy!
En efecto, ni los jóvenes que no lograron matarlo, ni Faustino Rayo que sí lo ultimó a machetazos comulgaban con la Constitución de 1869, aprobada por una Constituyente y por un plebiscito, en que una de las condiciones para ser ciudadano era profesar la fe católica. De Carta Negra fue calificada, porque entonces y casi hasta ahora lo negro sigue conteniendo connotaciones culturales negativas en las sociedades occidentales como lo prueba esta misma columna.
En tiempos de la segunda presidencia de Alfaro, se aprobó la Constitución de 1906, que consagra la doctrina de que Iglesias y Estado son diferentes, de que el Estado cuida del bien de todos los ciudadanos, y las varias iglesias forman la conciencia (mente + afectos) de sus respectivos fieles. El Concilio Vaticano llegó a enseñar que cada uno se salva según su conciencia. Me daría mucha pena que un candidato muy serio se crea también obispo católico del Ecuador. Esto le restará el voto de la mujer y de los jóvenes. A don Eloy, lo arrastraron no por motivos religiosos sino porque su ambición lo llevó, tardíamente, a disputar la candidatura oficial apoyada por un Ejército recién armado para la guerra de 1910, que no llegó a estallar. Hubo combates a lo largo de enero de 1912 en lugares de la Costa y murieron muchísimos dejando madres desoladas, viudas sin sustento e hijos huérfanos.
Volviendo al par de señoras alabadas, porque nos han librado de un tirano y tan importantes como los gestores de nuestra independencia de la Madre Patria. En cuanto a la Fundación, sería para perfeccionar a fiscales y jueces en la formación ética, en un carácter firme y en el afecto. Un fiscal, una juez sin corazón es una bomba Molotov. Volveremos sobre esto. Diana, Daniela, gracias, nos han devuelto la esperanza. “La mujer es el anverso del ser.” Es decir, son existir y existencia.