El socialismo del siglo XXI

Como apenas han transcurrido 18 años del presente siglo y son 82 los que quedan para que concluya, está por verse si el socialismo democrático, la democracia liberal en otras palabras, es decir el denostado socialismo del siglo XXI, llegará a ser realidad a nivel de aldea global. Me declaro socialista del siglo XXI, demócrata liberal si de precisiones se trata. No se crea que soy de los pocos: son millones los que abandonaron el marxismo-leninismo ortodoxo, es decir el socialismo real, el de la Unión Soviética. Millones también los que han repudiado el capitalismo salvaje, el de las corporaciones, el que está resuelto a imponer los dictados de la codicia con patrañas que justifican la movilización de ejércitos imparables como sucedió en Iraq y Libia. Digamos, de paso, que cuando gobernaba J.M. Aznar (en estos días recibido cálidamente por el alcalde de Guayaquil), España se sumó a Inglaterra y Francia en aquellos desafueros del capitalismo salvaje.

Entre mis personajes, los precursores del socialismo democrático, del socialismo del siglo XXI. Deng Xiaoping, a cuyo poderoso pensamiento antidogmático la República Popular China le debe su desarrollo inimaginable hace treinta años, sobre la base de hacer realidad una utopía que fue el que sus mil trescientos millones de habitantes gozaran de los derechos básicos: alimentación, vivienda, salud y educación. Svodoba (se me escapa el nombre de pila), economista checo, llevado a prisión porque descubrió, como director de un complejo industrial, que los dogmas marxistas-leninistas no respondían a la condición humana. Cuando por gestiones del presidente De Gaulle, Svodoba llegó a Francia y gozó de libertad, escribió ‘La alternativa’ obra que señala el camino para llegar a la democracia liberal.

Y, por cierto, entre mis personajes, el ex presidente Obama. Desde luego que para llegar a la presidencia de los Estados Unidos, el negro Barack Obama debe poseer una inteligencia privilegiada. Bajo el imperio de la ley, Obama sostuvo que el papel del Estado en sus relaciones con el gran capital, era el de agente moderador (moderador de la codicia sin límites de las corporaciones). Fue tachado de ‘comunista’. Se le botaron encima con una furia feroz los que en los Estados Unidos manejaban los seguros de salud. El Obama Care, desmantelado por Trump, no era otra cosa que un sistema de atención médica para los pobres, para los que no podían cubrir los gastos de los aseguramientos privados y llegaban al 10 por ciento de la población total. ¡Era el socialismo del siglo XXI en los EE.UU.!

Debe ser cierto que el gobierno de Putín, intervino para que la Sra. Clinton no llegara a la presidencia de Estados Unidos. Sería la continuadora de la obra de Obama. Con Trump y sus barbaridades se iniciaría el ocaso del imperio americano.

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