Conocí a su padre, Rafael Correa Icaza, era temperamental, cometió errores, pero tuvo la franqueza de admitirlos. Sus hijos -que debieron rodearlo de afecto- no siempre cumplieron con él.
RCD fue distante de su padre. Sus omisiones para con él, siempre le han pesado y no las ha podido superar, por más poder que ha tenido.
En el 2016, el precandidato preferido de RCD no era Moreno pero, en Alianza País, era el único con opción presidencial, incluyendo la posibilidad que él se intente reelegir. Por eso, se resignó a promoverlo, colocándole “el grillete” del Vicepresidente Glas, copando además las entidades de control y otros espacios del poder.
Moreno, en el ejercicio del poder, al no actuar con servilismo, descontroló a RCD. Lo evidencia éste cuando impulsó contra Moreno la tacha de “patuleco”. En twitter, lo ha venido calificando de “Efialtes”, personaje con discapacidades físicas, de los tiempos de Esparta. (480 a.C.). Burla, tras burla, sobre sus limitaciones físicas.
En declaraciones en el medio español El Diario –de días atrás- RCD, refiriéndose a Moreno, expresa: “….algunas veces, las personas que han sufrido una tragedia, guardan amargura, frustración hacia los demás que no han sufrido esa desgracia y cuando tienen poder desfogan esa amargura”. ¿Cuál de los dos –RCD o Moreno- es evidencia de los que “cuando tienen poder”, desfogan frustraciones y amarguras?..
A RCD su bloque en la Asamblea le pide que desacate la orden judicial de comparecencia personal, en Quito, cada 15 días, por el caso Balda. RCD concurre al Consulado en Bruselas, después que días antes expresó “…mi hija sufrió un accidente de tránsito grave, está en mi casa, yo no puedo dejar a mi familia en este momento”. Haga lo que quiera, comparezca en Quito o en Bruselas, o no lo haga, pero no invoque a su hija como pretexto.
¿Moreno ha arrasado con el correato? No. Aún hay nichos duros de sus prácticas.
Una experiencia reciente he tenido con la Senescyt y el CES, sobre evidencias de graves irregularidades en una universidad, con predeterminación de responsabilidades por la Contraloría, y denuncias acumuladas que no se tramitan, habiendo más que investigar.
A los de esa universidad, los he visto semanas atrás en fotos, en cambios de guardia en Carondelet. ¿Esto los libera de responsabilidades? Conociéndolo a Moreno, sé que él, en singular, no está encubriendo a aquéllos.
Nunca hay que confundir el derecho de defensa – que se le debe respetar plenamente a los de esa universidad-, con la inacción de la Autoridad.
Un miembro del CES ha calificado a los informes de la Contraloría de “forzados y amañados”, sin sustentarlo. ¿Qué defiende o en qué está comprometido?