Petroamazonas anunció el desarrollo del campo Ishpingo, el tercero del ITT. Los dos primeros están en producción. Urge el desarrollo integral del ITT, ante la pronunciada declinación de la producción petrolera que hoy es 517 mil barriles diarios, idéntica que en enero de 2007, al inicio del correato.
Desde la confiscación de la operación de Occidental en 2006, seguida por el forzado cambio de contratos petroleros y la salida de Perenco y Petrobras, no ha habido exploración petrolera en el país. El ITT se descubrió hace décadas, junto con el vecino Imuya en el Cuyabeno, y es el último campo que queda para incorporar a la producción. Hay también Pungurayacu, de crudo extrapesado, pero una contratista no logró desarrollarlo en condiciones económicas.
Desde 2016, son doce años de producción de crudo, unos 2 300 millones de barriles, sin que hayamos repuesto esas reservas consumidas con otras de posterior descubrimiento.
Tan pronto culmine el desarrollo del ITT, comenzará la cuenta regresiva de la producción petrolera nacional, agravando la situación fiscal.
No hay más reservas probadas recuperables importantes que las que ya están en producción. Eso no es lo mismo que decir que no haya petróleo por descubrir. Pero requiere inversión extranjera, y el Ecuador es país políticamente muy riesgoso. Hay militancia ecológica que no vacila en ataques armados a los campos mineros y petroleros, sin protección de las fuerzas del orden.
El país debería hacer un esfuerzo, atraer inversión privada de riesgo para descubrir nuevas fuentes de hidrocarburos. El suroriente y la cuenca del Guayas son las zonas más prospectivas. Pero hoy, a diferencia de fines del siglo XX, los productores no pueden imponer condiciones, sino los inversionistas, porque se avizora el fin de la era petrolera.
En los últimos años las fuentes alternas de energía han hecho cruciales avances. Destaca el desarrollo de carros eléctricos. Los países grandes importadores de petróleo, entre ellos China e India, hacen esfuerzos para migrar hacia vehículos eléctricos. California debate un proyecto de ley que prohibiría la circulación de carros a gasolina en 2040. Basta que el consumo de combustibles se estanque, para que se debiliten los precios y deje de ser atractiva la inversión en exploración, especialmente en países donde no hay cultura de protección a la inversión.
Ecuador no ha desarrollado las destrezas tecnológicas para ofrecer al mundo una amplia gama de servicios y productos manufacturados: depende de recursos naturales. No buscar y sacar el petróleo bajo tierra ahora, mientras tiene valor, es desperdiciar un recurso natural que vale miles de millones de dólares que pueden invertirse en infraestructura social y económica. No cometamos semejante error.