Salieron de la reunión con ánimo optimista y hablando positivamente sobre la intervención del orador. Esta había recogido de manera cabal y oportuna los aportes de todos. A todas luces se vieron representados por ese discurso firme y claro. Sintieron que no hubo utilización de su participación y que sus ideas podrían ser tomadas en cuenta por la XXI Conferencia Iberoamericana de Ministros y Ministras de Educación realizada en Asunción-Paraguay el 26 de septiembre pasado.
Ese aire se respiró luego de la intervención de André Lázaro, presidente del Consejo Asesor de las Metas Educativas 2021 para Iberoamérica, quien presentó las recomendaciones dicho Consejo para el mejoramiento del nuevo marco de compromisos educativos internacionales de nuestros países.
El optimismo reflejó la afirmación de un espíritu colectivo en el Consejo alrededor de un conjunto de ideas que dan sentido histórico a la educación de la región: “La educación es un bien público social y un derecho humano fundamental orientado al fortalecimiento de la democracia y de la ciudadanía”… “El papel rector del Estado como su garante”… “la participación activa de la sociedad en el debate y monitoreo de las políticas públicas”… “el reconocimiento del camino recorrido por los gobiernos y la necesidad de mantener la continuidad de las políticas” y la visibilidad de lo mucho que queda por hacer, sobre todo en calidad, equidad, inclusión, interculturalidad, gratuidad, cultura de paz…
En esta misma dirección el Consejo pone distancia con las evaluaciones que tienen un carácter punitivo que provocan la estigmatización de estudiantes, docentes o establecimientos. Alienta a los gobiernos a promover aquellas que apunten a la formación: “Impulsamos la generación de un sistema integral de evaluación desde Iberoamérica que tenga en cuenta toda esta complejidad y nos ayude a mejorar la educación”. Recomienda la construcción de indicadores para las metas que den cuenta de este sentido de la educación e invita las sociedades iberoamericanas a un debate profundo sobre ellas.
El otro motivo del optimismo fue constatar como actores diversos, bajo un ambiente pluralista y de respeto pueden ponerse de acuerdo a través del diálogo. El Consejo Asesor está compuesto por representantes de organizaciones sociales indígenas, afros, mujeres, jóvenes, sindicatos docentes, redes y movimientos ciudadanos, padres de familia, consejos de educación, técnicos ministeriales, academia, cooperación, empresa y medios de comunicación de América Latina, España y Portugal.
Vientos frescos e incluyentes soplan por Iberoamérica. Álvaro Marchesi, secretario general de la OEI, es uno de los artífices. Alberto Riart, ministro de Educación del Paraguay lo ha secundado en esta fase. Nuestras cometas también deben volar con esos vientos.
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