Los nuevos y los reelegidos alcaldes, prefectos, concejales y vocales de las juntas parroquiales asumen una tarea compleja y difícil en estas instituciones que están directamente relacionadas con las demandas sociales de las comunidades, que claman con urgencia por seguridad, solución a los problemas de movilidad y agilidad en la atención en los servicios básicos. Nada mejor para servir -no servirse- desde un organismo seccional. Los problemas comunitarios desde los más pequeños recaen en un Municipio, una Prefectura o una Junta Parroquial.
Les queda un enorme desafío de servicio a partir de un hecho: poner a funcionar las maquinarias burocráticas, especialmente en las grandes ciudades, que demoran la atención a demandas apremiantes como la seguridad. Mucho trámite y pocos resultados, que debería funcionar en línea con archivos electrónicos e insertarse en la dinámica moderna. Se requiere menos propaganda personal y más acción y atención institucional. Si estos problemas ocurren en las principales ciudades, uno se imagina en cantones pequeños en donde la infraestructura es reducida y las acciones son limitadas para asumir tareas que legalmente pudieran hacer. El caso del transporte terrestre.
En Quito soplan vientos de apertura, respeto a las libertades, a la crítica y a la opinión ajena, a la democracia, a la tolerancia, con una acción conciliadora del nuevo Alcalde. Hoy quedan grandes desafíos para cumplir lo que con demagogia ofreció la administración saliente en la última campaña. Hasta suspendieron el cobro de peajes con la promesa de volver a poner en funcionamiento con cambios y la homologación con el sistema provincial y nacional. Pasaron las elecciones y un tiempo más y todo volvió a lo mismo, sin solucionar los problemas.
Otro caso que ha merecido quejas se relaciona con los errores detectados en los catastros y el cobro del impuesto predial, con aumentos en el monto y en las dimensiones de construcciones, que no han cambiado. En los últimos días de la administración saliente se habló de rectificación de errores de cálculo, con incremento para algunos propietarios. Esto se puede comprobar en consultas en línea con el concepto: “recálculo predial 2012-2013”.
En el caso de las nuevas administraciones es necesario que le pongan atención a cómo reciben las cosas y denuncien a tiempo porque una mala costumbre en general es dejar firmados contratos, que mucho les gusta a las autoridades y que comprometen a los entrantes. Para las nuevas autoridades, grandes desafíos, y para los usuarios de los servicios una permanente obligación de exigir la rendición de cuentas, más allá de los informes monólogos que se acostumbran en la actualidad en lugar de interactuar con la comunidad y responder a las justas inquietudes y aspiraciones ciudadanas, de manera especial la formulación de críticas a las que tienen derecho.