Consciente de que este artículo puede ser leído en horario no apto para menores, prefiero cambiar algunas palabras para evitar que sean ofensivas.
Supongamos que la connotación sexual de lo dicho hace algún tiempo por un poderoso funcionario durante el fragor de algunos debates delicados en la Asamblea fue algo así como “las asambleístas mal amadas”.
El criterio y la inteligencia de una mujer (también de un hombre), ¿tienen directa relación con el hecho de que las amen más o que las quieran menos?
Pero bueno, esa referencia solo puede salir de la boca de un macho con poder político. Otro ejemplo, más allá de nuestras fronteras, explica por qué el poder político se permite decir lo que le dé la gana respecto a las mujeres, especialmente cuando ven que sus ideas son contundentes y no coinciden con la suya o con la del partido político gobernante.
El siguiente es un fragmento del diálogo entre Lula da Silva y el ex ministro Paulo Vanucchi, quien habla es Lula: ¿Dónde están las mujeres de grelo duro de nuestro partido?
Por la misma razón explicada en el primer párrafo, no voy a traducir el significado de grelo en portugués, pero voy a narrar una anécdota o una mala pasada sufrida por quienes, en vez de usar un diccionario, prefirieron el ‘Google translate’ sin imaginar las sorpresas que se dieron en la interpretación.
Aclaremos que, en Portugal y en Galicia, los grelos son una verdura que acompañan a algunas comidas. Si vamos al DRAE el significado de grelo es “hoja tierna y comestible de los tallos del nabo”. Hasta aquí ningún problema con la palabra expresada por Lula a Vanucchi.
Sigamos con el grelo y lo que ocurrió en Galicia por causa del traductor Google y por el significado que tiene este sustantivo en portugués. La página web del ‘Consello de As Pontes’ promocionó la ‘Feria del Clítoris’, así en mayúsculas.
En el texto se decía que “el clítoris es uno de los productos típicos de la cocina gallega, uno de los alimentos estrella de la gastronomía local”. Cuando se dieron cuenta del error, el texto ya había trascendido a otras regiones de España y Europa. Incluso The Guardian también lo publicó como una de las noticias más insólitas de los últimos tiempos.
Más allá de la anécdota, lo que debería analizarse es el lenguaje que usa el poder cada vez que se menciona a las mujeres; Lula se refería a las feministas del Partido de los Trabajadores. Todas las palabras, las leyes, los seminarios sobre liderazgo femenino, etc. son inútiles si es que no cambia la actitud de quienes han llegado a un cargo público.
El machismo es la supremacía, la prepotencia del hombre sobre la mujer y se fortalece mediante conductas y discursos de personas que han conquistado el poder político; su posición de privilegio les da a estos machos supremacía frente al resto de la población.
@flarenasec