El proyecto del Gobierno de Honduras para crear la Tropa de Inteligencia y Grupo de Respuesta Especial en Seguridad (Tigres), en el marco de una estrategia para militarizar la función policial en la lucha contra el delito, presenta peligrosas ambigüedades.
La creación de esta fuerza de élite echaría por tierra el proceso de desmilitarización de la sociedad iniciado en este país de América Central hace 15 años.
El gobierno derechista del presidente Porfirio Lobo busca con esto dar un paso firme en su plan para fusionar tareas de las secretarías (ministerios) de Seguridad y de Defensa, con el pretexto de hacer más eficaz la lucha contra la violencia delictiva y el crimen organizado.
Pero expertos consultados por IPS advirtieron que la iniciativa adolece de ambigüedad, puesto que la nueva fuerza estará adscrita a la Secretaría de Seguridad pero su entrenamiento y centro de operaciones será en los batallones de las Fuerzas Armadas, dependientes de Defensa.
Los Tigres, según el proyecto de ley enviado al Congreso Nacional legislativo el 26 de julio para aprobarse en 15 días, funcionará “en tiempos normales” en la Secretaría de Seguridad, pero “en tiempos de guerra” estará bajo la égida de la Secretaría de Defensa, y tendrá herramientas tecnológicas para duplicar su capacidad de reacción y efectividad. Hará también funciones de Inteligencia.
Pero ¿quién dirá cuándo son tiempos “normales” y cuándo no?, fue la pregunta que se hicieron los expertos consultados por IPS, subrayando que esta vaguedad puede ser peligrosa cuando el país intente resolver la conflictividad política o social con represión.
“Es una fuerza híbrida que implica la militarización de las fuerzas policiales, una tendencia que se ha venido reafirmando en nuestro país frente a las grandes falencias de la Policía”, dijo a IPS la socióloga Mirna Flores.
Esta catedrática universitaria experta en la materia comentó que la mayor debilidad que contiene la propuesta es que declara “de manera explícita que las fuerzas policiales son incapaces”, y otorga a los militares “un protagonismo en asuntos que no les corresponde, al desdibujar las funciones entre la seguridad y la defensa”.
Mientras la Policía está para atender los asuntos internos y reprimir el delito, los militares están formados para el ataque y la salvaguardia de la soberanía, subrayó Flores.
El presidente del Congreso Nacional, Juan Orlando Hernández, indicó que los Tigres serán un cuerpo élite de “alto entrenamiento que tendrá un equipo de alta tecnología para el combate de la delincuencia común y organizada”.
IPS