Un ex ministro de Correa me reclama porque no he comentado sobre dos operaciones recientes que el gobierno de Moreno ha realizado, una pre-pagar un crédito del Banco de Desarrollo de China por USD 266.6 –crédito vinculado con preventa de petróleo, que viene desde junio del 2011-, la otra, endeudarse con una nueva preventa a Tailandia por USD 295 millones.
“Si fuese Correa el de las operaciones, lo criticara”, es su frase, “porque si el gobierno está ahogado en iliquidez y debe miles de millones de dólares, dentro del Ecuador, ¿para qué prepaga a los chinos, cuando debe a otros que deben tener prioridad?
Aclaro: no soy parte del gobierno. Entre las diferencias cualitativas de Correa y Moreno está en que el primero estaba encima de todo hasta en los detalles, las sabatinas y sus actuaciones en su década de gobierno lo evidencian –aun cuando ahora sufra olvidos selectivos-. Moreno, no.
Debo repetir, sigo cuestionando las preventas de petróleo, no tanto en cuanto al crédito, sino por las condiciones de compromiso de la producción petrolera –coincidiendo en esto con Fernando Villavicencio-. El Ecuador tiene prevendido el 96.7% del petróleo para el 2018. Años antes, el caso de junio del 2011, eran innecesarias las preventas. Ahora con un país con dificultades para acceso al crédito, casi parece inevitable, hasta que pueda reestructurarse el universo de endeudamiento externo. Además, han mejorado los términos de negociación.
Pero entremos al caso particular. En las malas negociaciones que realizó el gobierno de Correa, parte de los desembolsos de los anticipos de las preventas era retenido como colateral.
Un ejemplo de lo que podría ser similar: usted lector va a un banco, pide un crédito de USD 20 000, se lo dan, pero el banco le dice, me tiene que dejar de colateral el 25%, en el caso, USD 5 000. O sea su disponibilidad real, en cuanto a ese crédito es de USD 15 000. No nos olvidemos que la deuda es con intereses.
Los saldos acumulados de esos colaterales, son los usados por el gobierno de Moreno para el pago de USD 266,6 millones. A ningún otro objeto podía destinarse esa liquidez.
Sí le reclamo al gobierno de Moreno, espacios de falta de transparencia. El miércoles 26 de septiembre escribí en esta columna sobre una negociación de una draga para la Armada Nacional, a fin que se realicen trabajos de dragado del río Guayas, con un costo de decenas de millones de dólares, contratados con la Prefectura del Guayas. ¿Quiénes son los proveedores de la draga? ¿Hay investigación sobre que no haya forma alguna de lavado de dinero? Yo confío en la honestidad de General Oswaldo Jarrín, Ministro de Defensa Nacional, pero se requiere información y transparencia.
Puedo también citar otros casos.