Ayer fue un domingo que, en el marco de las dos semanas tensas que ha vivido el país por el paro que lidera la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, Quito lució distinto. Las lecturas que se hacían mayormente es que el paro se ha acabado. El levantamiento del estado de excepción permitía creer eso. Pero la crisis política del país, en realidad y con mucho pesar, continúa.
La Asamblea Nacional volvía a debatir ayer en la tarde la destitución del presidente de la República, Guillermo Lasso. Todo indica que Unes, el partido que responde al correísmo, no lograría sumar la cantidad de votos necesarios. Pero la política muchas veces puede ser el campo de las sorpresas, más aún en una Función Legislativa que tiene igual de imagen negativa en la ciudadanía que el Mandatario. Independientemente del resultado, el país tendrá una fisura mayor en lo político, pues una de las causas de la crisis es la tensión permanente con el Ejecutivo.
Por otra parte, el presidente de la Conaie, Leonidas Iza, sostuvo que el paro continúa. El fin de semana sirvió para “descansar” y “recuperar fuerzas” para el lunes (hoy) “volver a la lucha”. Afirma que algunos militantes de las bases se han regresado, pero que volverán, que habrá un relevo. También dice que no ha habido diálogo, aunque acudió al llamado del Congreso, y que no levantarán el paro hasta que no se atiendan sus 10 demandas y que los asambleístas de Pachakutik deberán decidir si, en el proceso de destitución, votan a favor del pueblo o de otros intereses.
Ya casi no hay sector en el país que no pida por el diálogo. Los de la producción, de la agricultura y la ganadería, las universidades, la misma Asamblea, organismos internacionales y hasta el papa Francisco están anhelando que se llegue a una solución inmediata a los problemas.
Es necesario que haya una voluntad profunda para encontrar soluciones, saber que no todo es posible y que no todo es negable. Sin querer reconocerlo, Iza dice que se han logrado algunas cosas gracias a la lucha, pero alienta a reactivar la movilización desde hoy. No es una buena señal de esa voluntad.