Se presentó el Presupuesto de Estado para el 2018 y el Proyecto de Ley de Reactivación Económica. Ambas propuestas están en manos de la Asamblea para su decisión en los próximos 30 días. He manifestado en varias oportunidades sobre los problemas económicos del país, los que son serios inconvenientes que impiden la reactivación económica y la recuperación del empleo, lo que significa problema estructurales o de fondo. Si la magnitud de los mismos es de esa significación, la corrección no puede provenir de arreglos de fachada.
La economía está en estancamiento y se promueven incrementos impositivos. Esto no es coherente. Si se otorgan beneficios tributarios a microempresas o personas de salarios inferiores a USD 3 000 mensuales, pero los grandes y los chicos están vinculados por lo que beneficiar a los chicos que son más pero generan menos empleo y producción no ayuda a la economía en su conjunto.
En lo fiscal se pueden distinguir 3 grandes problemas estructurales: el tamaño del Estado que representa el 40% del PIB cuando entre el 2000 y el 2006 fue en promedio 21% del PIB; el financiamiento y estructura del Presupuesto del Estado que además de la iliquidez denota un 70% del gasto en egresos corrientes y el 30% en gastos de inversión mientras que el financiamiento es casi el 30%; y, la velocidad y la estructura de la deuda pública, siendo creciente, cara y de corto plazo. Pregunta simple: ¿se resuelven los problema con el Presupuesto enviado y con la Ley remitida a la Asamblea? Lamentablemente no. Es necesario que el gobierno cree una Comisión de alto nivel que replantee y reestructure la deuda pública al tiempo que busque apoyo de los multilaterales. El aval de los organismos internacionales le permitirá bajar el riesgo país, reestructurar la deuda y concreta recursos externos baratos y a plazos largos.
Las reservas internacionales son escuetas y muestran un serio deterioro del balance y el patrimonio del Banco Central, lo que atenta contra el principio de fortalecer la dolarización y atender situaciones emergentes. La misma pregunta anterior: ¿el proyecto de Ley y el presupuesto para el 2018 enviado corrigen este problema? Tampoco. Deben establecer un plan de pagos del Estado al BCE para que la liquidez de BCE regrese mientras que esta Institución debe volver a ser independiente y autónoma del Ejecutivo.
El costo de producción para el sector privado es excesivo y merma las opciones de competir en el exterior y traer más divisas. No se conocen acciones concretas en esta materia, menos aún derivadas de las últimas acciones del gobierno.
Ojalá la próxima Consulta Popular brinde el espacio político para que se aplique un programa económico que resuelva los problemas estructurales y permita la confianza necesaria en el manejo económico.