“Somos el único país del mundo en el que, durante esta pandemia, los fiscales tienen más trabajo que los médicos.” Así ironizó la situación del país la cuenta de Twitter de Cuentero de Muisne. Es seguro que las generaciones futuras se preguntarán qué pasó en el país durante la pandemia, y nos pregunten de cómo el Ecuador la encaró. “El país reaccionó al covid-19 con más corrupción,” no quiero imaginar las caras cuando yo les responda esto.
Ante esta bacanal de corrupción es necesario hacer algunas observaciones:
1. ¿Hasta cuándo no van a asumir responsabilidades los partidos políticos que promovieron a los procesados por corrupción? Frente a los procesados la estrategia más común en los partidos suele ser la del avestruz: meter la cabeza en la tierra, hacerse los locos. ¿Pero no fueron ellos quienes nos vendieron esos productos tóxicos? Esta semana el bloque de asambleístas del PSC-Madera de Guerrero quitó respaldo a Carlos Luis Morales, correcto. ¿Y Alianza País y el bloque gobiernista? ¿Y el bloque de RC? Es hora de que la legislación empiece a hacer a transferir porciones de responsabilidad a los partidos que proyectan a ladrones a puestos públicos.
2. Duele profundamente que se robe durante la crisis. Mientras la gente muere en los hospitales varios funcionarios están robando a mansalva. Sí, pero, ¿y antes? ¿Acaso no se moría la gente en los hospitales? La Comisión Nacional Anticorrupción había ya denunciado las redes de corrupción antes de la emergencia. ¿Acaso esta red se montó de la noche a la mañana, ad hoc para aprovechar de la crisis? Desde enero del 2017 hasta junio del año pasado Verónica Espinosa – la apodada ‘Ministra de la Muerte’ – estuvo a cargo del Ministerio de Salud; fue enjuiciada y destituida por – entre otras causales – el manejo de pruebas de detección de sida. En este país de incoherencias ella está feliz confinadita en su casa, ¿¡donde están los allanamientos e investigaciones!?
3. Los asambleístas que votaron y cabildearon en contra de la reforma que permitía la incautación de bienes por corrupción que no pasó en septiembre anterior ahora aparecen lastimeros indignados por los escándalos de corrupción, ¡¿en serio?! Ahora es el momento de que la Asamblea intervenga legislando para blindar el sistema, para evitar que el Estado no sea más que un botín delicioso. ¿Tendrán el coraje de oponerse a las nuevas iniciativas? ¿Tendrán la caradura de luego pedir que los reelijan? ¿Será que los partidos son tan guasos de volverlos a candidatizar? Todo es posible en este país de los cocos.
4. Indignarse y quejarse en las redes sociales no sirve de nada. Los ciudadanos deben involucrarse en organizaciones de la sociedad civil para combatir la corrupción, militar en esta lucha fundamental.