Adolfo Hitler ejerció el poder de marzo de 1933 hasta su suicidio en abril de 1945. Fueron suficientes 12 años para liquidar la ideología nazi. Ese año llegó a ser la primera fuerza política, seguida del poderoso Partido social demócrata alemán, y como no alcanzó los dos tercios de curules para reformar la Constitución, a pesar de haber logrado la reelección en la presidencia del Reichstag-Congreso del fiel Herman Goering, presionó para que el Presidente Hindenburg lo designara Canciller-Jefe de gobierno. El inicio del poder total se abrió con la “Ley de plenos poderes” aprobada con la única oposición frontal de la social-democracia que evidenció el real peligro. Todas las otras fuerzas políticas de minoría, al apoyarlo, liquidaron el último reducto democrático. Con esa Ley comenzó a dictar decretos, como el que declaró el 1 de mayo “Fiesta Nacional del Trabajo”, con festejos y desfiles multitudinarios nunca vistos. Al día siguiente, la SS-policía secreta, ocupó todos los edificios sindicales y sus propiedades fueron confiscadas. Desaparecieron las huelgas y paros. Los salarios fijarían “los agentes del trabajo”. Los partidos fueron declarados innecesarios y un decreto determinó la existencia del “partido obrero alemán nacional-socialista” como único; si alguien osaba organizar otros sería castigado severamente.
Para extender su mensaje políti co, desde 1931 hizo campaña por todo el territorio alemán sin utilizar ferrocarril o vehículos, porque implementó la vía aérea con el fin de hacerse visible en muchos lugares en poco tiempo. Obtuvo el apoyo de los principales medios de producción:Krupp de la industria de guerra, Thyssen del monopolio del acero, Von Siemmens de la energía eléctrica, Bosch del trust químico, y de la banca: Schroeder, Fink y Reinhart. Todos extenderían sus inversiones y negocios con la “conquista del espacio vital”, invadiendo otros países, tesis básica del nazismo que abrió la II Guerra Mundial. En este esquema se proyectó el “Volkswagen” o carro del pueblo.
Mediante otro decreto de emergencia “para la protección del pueblo y del Reich”, se derogaron siete artículos de la Constitución que garantizaban las libertades ciudadanas y personales. “En los términos que la ley fije para cada caso, se limita la libertad personal, el derecho de libre manifestación de opiniones, incluso a través de la prensa, el de reunión y asociación, el secreto de las comunicaciones postales, telegráficas y telefónicas, y se aprobarán órdenes para registros domiciliarios e incautaciones, así como también para otras limitaciones de la propiedad”.
Goebbels, Ministro de propaganda- Presidente de la Cámara de la Prensa, anuló la libertad de expresión. Para las emisiones de radio obsequiaron millones de aparatos. El cine, el teatro, la literatura, la pintura, la música y la educación en todos los niveles estaban bajo el manto nazi .