La Gutiarrada
Lo siento si el título ilusiona al lector con artículo enfocado en contar papas, papelones y chambonadas de nuestro ilustre Lucio Gutiérrez. Efectivamente sería muy divertido, pero la actualidad requiere que nos ocupemos de temas más serios que las embarradas de ese señor.
Sin embargo, lo evoco porque la grave crisis del euro me recuerda a una vieja Gutiarrada. Cuando fue nombrado presidente, las emociones del lanzamiento del euro todavía seguían vivas y no eran muchos años desde que el Ecuador se había dolarizado. Esto empujó al erudito mandatario a declarar que en un futuro cercano en el mundo habría pocas monedas.
Ningún analista prudente pudiese hacer esas declaraciones sin antes haber esperado los resultados del proyecto del euro. La profundidad de la actual crisis y la miseria que ella ha impuesto a los países endeudados hacen revaluar la importancia de contar con una política monetaria propia. Además, si existe una próxima iniciativa de unión monetaria, esta no podrá obviar las importantes lecciones sacadas del euro.
Todo apunta que la profecía de los PIGS se cumplirá. Después de rescatar a Portugal, Irlanda y Grecia, el mundo temía que Europa deba salvar un mastodonte económico: Spain. El país todavía tiene que levantar harto dinero para financiar su presupuesto. Desgraciadamente el mundo le tiene tanto recelo a ese país, que se aplica una tasa de interés insostenible de más del 7 por ciento a los préstamos de más de tres años. Para empeorar la situación, su economía se sigue contrayendo.
A pesar de las continuas negativas del Gobierno, hay un consenso en el mercado que solo una intervención regional será capaz de aliviar la situación. La medida ideal sería una rápida intervención del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, pero para que este actúe hay que esperar hasta septiembre para la venia del Tribunal Constitucional alemán, ¡bingo!
Con el paso de los días se cristaliza la idea que Grecia no será capaz de cumplir con sus obligaciones y muchos dan su salida del euro como un hecho. Las ondas expansivas serán bruscas, pero el potencial destructivo de España es inconmensurablemente mayor: la deuda del Estado central español y sus regiones se eleva a 800 mil millones de euros, los activos inciertos de los bancos a 184 mil millones y la deuda externa del país es alrededor de un billón de euros.
Ante un panorama tan sombrío para la economía mundial, recordemos una Gutiarrada para que nos alegre el día, al fin y al cabo es viernes. Triunvirato (¡como en tiempos Romanos!), ese señor quiso instaurar un orden de triunvirato en Ecuador y desistió porque la comunidad internacional no lo reconocía; él pretende que le tomemos en serio para las próximas elecciones…¡qué Gutiarrada!