Vladimir Putin lanzó una guerra no provocada, premeditada e injustificada contra el pueblo de Ucrania. Al hacerlo, Putin también cometió un ataque a los principios que defienden la paz y la democracia mundial. A pesar de la invasión de Putin, el pueblo de Ucrania ha demostrado coraje y una determinación extraordinaria para defender su soberanía y su modo de vida democrático. Los Estados Unidos, junto con nuestros socios y aliados alrededor del mundo, continuará apoyando al pueblo ucraniano mientras defienden su país.
El mundo sigue siendo testigo del despiadado bombardeo de Rusia sobre Ucrania; causando muerte y destrucción con ataques en contra de instalaciones civiles como hospitales de maternidad, edificios de apartamentos y una escuela de arte donde se refugiaban 400 civiles. Atacar intencionalmente a civiles es un crimen de guerra y después de toda la destrucción de las últimas cuatro semanas, es difícil concluir que las fuerzas rusas estén actuando de otra manera.
El objetivo de Putin de dividir a la comunidad internacional ha fracasado. Socios y aliados incluyendo los Estados Unidos se han unido en solidaridad. Debemos permanecer unidos mientras impulsamos tres objetivos claros: ayudar a Ucrania a defender su soberanía e integridad territorial; atender las necesidades humanitarias de los ucranianos en su país y en el extranjero; y garantizar que Putin rinda cuentas por los crímenes de guerra que se cometen a diario en su nombre por sus tropas en Ucrania.
Los Estados Unidos ha sido transparente con el mundo. Desclasificamos nuestra inteligencia sobre los planes de Rusia para que no haya confusión ni sospecha de encubrimiento. Putin es el agresor. Putin eligió esta guerra. Putin es responsable de la pérdida de vidas inocentes. En casa, el Kremlin está inmerso en un asalto a la libertad de prensa y a la verdad, y los esfuerzos de Moscú en el extranjero para engañar y suprimir la verdad de esta invasión criminal, se intensifican mediante la desinformación y la propaganda.
La agresión de Putin contra Ucrania le costará profundamente a Rusia, tanto económica como estratégicamente. El pueblo ruso merece mejor. Los efectos de la guerra de Putin no se limitan a Ucrania y Rusia. Hay efectos en cadena en todo el mundo. La agresión de Putin está afectando a todas nuestras economías y nos recuerda que la libertad no es “gratis”. No podemos mirar hacia otro lado ni seguir como si nada ha pasado. Debemos defender lo que es correcto y permanecer junto al pueblo de Ucrania.