Aritmética del swap
Las autoridades y los medios de comunicación han informado que el Ecuador hizo un intercambio de oro por dinero con Goldman Sachs (GS): el país entregó 466 000 onzas de oro –valoradas en 580 millones de dólares– a cambio de un crédito de 400 millones de dólares al 4,3% anual, por un plazo de 3 años.
Durante esos 3 años, GS pagará al Ecuador un interés de 0,85% anual sobre los 580 millones de dólares entregados como garantía. Esa tasa podría ser de hasta 1,05% anual, si el precio del oro subiera de forma “extraordinaria”, ha dicho el Banco Central.En comparación con los créditos chinos podría decirse que hemos mejorado, pero aun así las condiciones de este nuevo crédito siguen siendo duras. Para empezar, el país ha entregado un colateral equivalente al 145% del monto prestado (580/400) y de 128% si añadimos los intereses que debemos pagar durante los tres próximos años (580/452).
¿Qué significa esto? Significa que el precio del oro debería caer por debajo de los 860 dólares la onza (400 millones de dólares divididos para 466 000 onzas de oro) para que la garantía entregada por el país sea insuficiente para cubrir el capital prestado por GS.
Actualmente el oro se cotiza por encima de 1 200 dólares la onza y una caída de 30% de ese precio es improbable. De hecho, el Banco Central y GS prevén un aumento del precio del oro y, por esa razón, han incluido una cláusula que obliga al prestamista a pagar un interés mayor sobre el oro entregado como depósito en garantía cuando suba el precio de ese metal.
Si restamos los intereses que el país recibirá por el oro depositado en garantía de los intereses que Ecuador deberá pagar por su préstamo de 400 millones, tendremos que la tasa neta anual que el país pagará por ese préstamo es de 3,07%.
Si bien es una tasa mucho menor a la que nos cobra China, sigue siendo un interés alto no sólo por el monto elevadísimo de la garantía que hemos entregado por un préstamo de corto plazo, sino porque ese colateral es súper seguro.
La reserva de libre disponibilidad sí disminuirá con este ‘swap’ de oro por dinero porque saldrán 580 millones de dólares (en oro) y entrarán 400 millones de dólares (en forma de préstamo). Como es lógico, ese préstamo será gastado –en importaciones de equipo, por ejemplo– y en algún momento desaparecerá de la reserva internacional.
Es positivo que las autoridades busquen nuevas y mejores formas de financiamiento para el país. Pero el problema de fondo no es ese, sino que el Estado necesite cada vez más plata para poder funcionar.
Necesitamos reestructurar el gasto público porque llegará un momento en que no tendremos acceso a más préstamos por más que entreguemos a los banqueros todas las joyas de todas las abuelitas del Ecuador.