En visita a Ambato, campaña del 2006, Ramiro González, hoy Presidente del IESS, tachó al entonces candidato Correa, de “cuentero de Muisne”, tomando el apodo de Sigifredo Dante Reyes Moreno, quien desde los años 60 cuenteó a muchos, se hizo pasar como hijo del Presidente Torrijos de Panamá, asumió ser el empresario japonés Dante Makoto, suplantó la condición de sacerdote, vendió la torre del reloj del Malecón de Guayaquil y fue reo de asesinatos. Su última condena -con mucha publicidad- fue ese año 2006.
Por respeto a Muisne, le pedí a González que no repita ese mote, porque Correa no es nacido en Muisne, que si lo era Reyes Moreno. Recuerdo lo anterior cuando leo en google la página del IESS, referente a lo que el Estado le debe a la seguridad social y al acta entre esa entidad y el Ministerio de Finanzas, del lunes 17 de mayo.
Mienten las autoridades del IESS cuando califican que el financiamiento del 40% de las pensiones jubilares es un subsidio del gobierno al IESS. Eso es falso, es una contribución que viene desde Constituciones y leyes anteriores y es condición esencial del régimen solidario.
Asumen como mérito del gobierno el pago deUSD888 millones el 2008, por años anteriores, pero esa fue la deshonesta decisión de hacerle asumir a los trabajadores y jubilados el efecto devaluatorio de la dolarización frente al sucre en los gobiernos anteriores, cuando los aportes y contribuciones que le debía el Estado al IESS no eran de dólar de 25.000 sucres, como pagó el gobierno de Correa, sino, en su mayoría por debajo, entre 6.000 y 10.000 el dólar, por lo que lo correcto era cortes anuales, a los respectivos tipos de cambio de las épocas en que debieron hacerse los pagos, con lo que Correa nos robó varios cientos de millones de dólares. Los 888 millones inmediatamente se los llevaron en bonos del gobierno.
¿Y el acta que se publicita? ¡ Qué descaro! La ley vigente ordena que mes a mes se abone el 40% de las pensiones jubilares, no que se pague por anualidades. A pretexto que faltan por liquidar las contribuciones obligatorias por enfermedades a cargo del gobierno, no del IESS, de acuerdo con la Ley, toda la deuda se deja pendiente para que en 60 días haya una liquidación que incluyan tales rubros y, entonces, correrá un término -solo de días hábiles, excluyendo sábados, domingos y días de fiesta- de 90 días, cerca de finalizar el 2010, para recién, consensuar valores y esquema de pagos.
El show del descaro tiene una explicación. Inmediatamente, antes de arreglar la deuda, llenar de bonos gubernamentales por 1.500 millones al IESS, con vencimientos hasta el año 2020 y con intereses anuales del 4% hasta al 7%, dependiendo del vencimiento. En el pillaje de Enarsa, caso Coca Codo Sinclair, le pagaron anual 12% y a los chinos por su crédito con garantía de petróleo 7.25% anual.