La geopolítica es una disciplina que estudia la importancia y posibilidad de que un país soberano proteja y proyecte sus intereses frente a un entorno internacional cercano o mundial y, que permita programar su política en beneficio del pueblo que representa. Los objetivos pueden ser defensivos y preventivos, como también o expansionistas como lo demuestran los grandes conflictos mundiales que registra la historia. Por eso, aunque pesen los antecedentes, resulta indispensable el estudio contextual del entorno regional para elaborar prevenciones o hipótesis para el futuro.
En América Latina, por ejemplo, los propósitos y ensayos de integración desde la independencia han sido fallidos; declaraciones, buenas intenciones y convenciones, pero se ha impuesto el bilateralismo que termina beneficiando a los grandes centros de poder mundial. En este ámbito,al Ecuador, luego del fracaso del socialismo del siglo XXI y de las proclamas de la izquierda y derecha extremas, tiene el imperativo de establecer urgentes prioridades.
En la actualidad, es obvio que los intereses se enfocan en los EE.UU. y otras potencias como China, la Unión Europea y Rusia. Sin embargo, prima solo la mira económica y se descuida la política. Basta observar la escasa importancia que se otorga a países, incluso vecinos, donde los múltiples intereses requieren un alto nivel de estudio. De aceptarse como política de estado esta orientación, el gobierno debe replantearse las relaciones bilaterales tanto – políticas y económicas.
Colombia debe ser el principal punto de interés. Es un tapón defensivo para cualquiera de los acontecimientos venezolanos. Su presencia en el Pacífico y el Caribe impide cualquier tipo de acción agresiva. Dos hechos, al margen del protocolo fueron significativos. El presidente Lasso fue recibido antes de ser posesionado y el mandatario colombiano estuvo presente en la ampliación de la zona marítima nacional. Algunas veces la política puede más que el protocolo.