El endeudamiento público se está convirtiendo en un dolor de cabeza para la Ministra de Finanzas, al punto que no formará parte del paquete de reformas económicas que ofreció enviar esta semana a la Asamblea Nacional.
En la Legislatura se esperaba que las reformas económicas incluyeran las observaciones que presentó la Contraloría del Estado sobre el manejo de la deuda en el período 2012 y mayo del 2107, con el fin de transparentar las obligaciones del Fisco.
Lo anterior debía suceder porque era lo más lógico. Por un lado, Finanzas necesita contratar nueva deuda y para eso requiere una reforma legal que aumente el límite de endeudamiento. Y por otro, el Gobierno parecía coincidir con el informe de Contraloría. El secretario de la Política, Miguel Carvajal, señaló hace dos semanas que la ley económica que venía preparando el Ejecutivo necesitaba una serie de precisiones derivadas del informe de Contraloría.
Pero la Ministra de Finanzas tiene otra posición. Pese a que existe un informe final de Contraloría, ella ha preferido ignorar, por ahora, las observaciones. Y como prueba de aquello, la semana pasada insistió en hacer lo mismo que se ha cuestionado.
Finanzas no registró como deuda USD 400 millones que ingresaron a las arcas fiscales los primeros días de mayo, por concepto de preventas de petróleo. Esos recursos debían constar en la cuenta de financiamiento público, pero se continuó registrando en la cuenta de ventas anticipadas, lo cual ha sido observado por la Contraloría.
Finanzas lleva casi tres meses sin publicar los datos de la deuda. El último dato disponible es de enero pasado, cuando ya debieran estar las cifras de marzo.
Cuando se publiquen los datos actualizados, la Ministra asumirá una posición más clara, no solo sobre el informe de Contraloría, sino sobre el manejo de la deuda. Por ahora parece evitar la presentación de un plan de sostenibilidad fiscal, aunque este deberá llegar tarde o temprano.