Todo proceso educacional requiere de una fundamentación filosófica, una finalidad cultural y propósitos de cambio para fortalecer la vinculación individual, colectiva e institucional dentro de un enfoque de sistemas que atienda a las necesidades sociales y prepare a los individuos y a las organizaciones en la solución de problemas.
En este contexto se interpreta el planteamiento del ministro de Defensa de Brasil, Celso Amorim, sobre la creación de la Escuela Suramericana de Defensa, Esude.
Cuando menciona: “Queremos una escuela de defensa regional, que refleje nuestro ángulo de ver el mundo… que refleje la visión y necesidades suramericanas”, sobre las cuales se desarrolle una doctrina unificada para la defensa. Profundiza en los dos objetivos del Consejo de Defensa Suramericano, CDS. Construir una identidad Suramericana, con lo cual se evidencia la existencia de influencias externas ajenas a la realidad y aspiraciones autenticas regionales, incluyéndose juegos de poder y traslapes de intereses geopolíticos extracontinentales. Por ejemplo cuando en Bolivia su Presidente en una ceremonia dijo que hay necesidad de “capacitar políticamente e ideológicamente a los militares”, hay claras intenciones de profundizar anticuados espacios de confrontación Este-Oeste en la Patria Grande para dizque alcanzar una nueva independencia que derrote al capitalismo y colonialismo.
El segundo objetivo del CDS es la generación de consensos para fortalecer la cooperación regional en defensa; coincidente con el Plan de Acción 2009-2012, en el cual se puso énfasis en la Política de Defensa de los países de la región; infelizmente en el subsiguiente plan de acción se trunca la continuidad para la consolidación del CDS y para cimentar el nacimiento y desarrollo de la Esude.
En el nuevo Plan de Acción 2013, a pesar de que se mantiene como eje a la política de defensa, se crea un Grupo de Trabajo para la gestión y monitoreo de la Amazonía y se promueve un seminario para la metodología del planeamiento estratégico; proyectos de gran importancia pero que previamente es necesario terminar con la estandarización de los enfoques conceptuales de defensa y seguridad que orienten a la acción del Consejo de Defensa. Sobre estos aspectos Brasil acaba de dar un gran paso ejemplar, al obtener la aprobación del Congreso, de la Política de Defensa, Estrategia Nacional de Defensa y Seguridad y su Libro Blanco.
Una Suramérica fragmentada geopolíticamente requiere de valores identatarios que sigan modelos de defensa y seguridad auténtico, pero dentro de un enfoque sistémico para lograr la articulación para planteamientos en foros multilaterales y para encontrar, al mismo tiempo, respuesta a los problemas comunes de seguridad con los cuales deba contribuir profesionalmente el sector defensa.