Saber mirar al futuro, vislumbrarlo, pocas personas tienen ese don y lo pueden volcar en empredimientos duraderos.
Uno de ellos fue Carlos Mantilla Jácome. En 1906 junto a su hermano Jorge Mantilla Jácome y a Celiano Monge y Alejandro Mata vieron concretarse un sueño: entregar a Quito y al país un nuevo diario.
Con EL COMERCIO nació una visión cosmopolita y ecuménica de enfocar las noticias, de poner en manos de los lectores los temas del acontecer nacional y mundial y dotar del contenido, no solamente a los trepidantes debates de la convulsionada época, sino introducir aspectos que interesaban a la nueva marcha que emprendía la ciudad.
Entonces con el anuncio próximo de la llegada del ferrocarril, con el primer automóvil, con la fundación de la Cámara de Comercio de Quito y Banco Pichincha -todos hitos del mismo año de 1906- la capital nació al nuevo siglo.
Los usos y costumbres heredadas de la recoleta ciudad y la capital de un país aislada de otras regiones y con conexiones con la producción agrícola de alimentos para el autoconsumo trocaba en nuevas dinámicas, distintos intereses y exigencias.
La actividad comercial fue el signo de esos nuevos tiempos que arribaban a Quito y de ella se desprendió el nombre de nuestro periódico: todo un mensaje de contemporaneidad y un reto para poner a punto la incipiente tarea periodística con una sociedad que bullía en cambios e inquietudes.
Desde ese impulso inicial EL COMERCIO empezó a sintonizar con las voces de la calle. La opinión pública se fue haciendo conocer en las páginas, primero escasas y poco influyentes, hasta convertirse en un referente del periodismo nacional, visto con respeto en el concierto continental y mundial.
Hoy EL COMERCIO es uno de los diarios reconocidos y observadores con atención. Es tribuna de pensamiento, muestra viva de las vertientes artísticas, registro del acontecer cultural y científico y vitrina de las ideas que inquietan, agobian o transforman al mundo y su compleja trama social, política y religiosa.
Hoy los fundadores tienen en la tercera y la cuarta generaciones esa huella de emprendimiento y visión que en 1906 imaginaron. La apuesta fue audaz pero el sacrificio económico y el desvelo valió la pena.
Por eso es que cada año, cuando llega la fecha de recordar a quienes marcaron el camino inicial, los principios y valores inmanentes del debate abierto y la vibrante vida democrática obligan a recordar a esos soñadores que en 1906 lanzaron a la luz a diario EL COMERCIO.
Uno de ellos fue Carlos Mantilla Jácome (foto), cuyo aniversario luctuoso recordamos hoy. Él falleció el 28 de febrero de 1970.