Peter Diamandis —una de las mentes contemporáneas más progresistas y creativas de los últimos treinta años que ha creado dos universidades, una de ellas la Singularity University— señala la necesidad de saber cómo contar una historia y comunicarla para lograr que otros acepten ideas innovadoras y originales que, a su vez, den paso a emprendimientos y desarrollo futuro. Manifiesta que debemos promover que los jóvenes encuentren y exploren sus pasiones, e identifiquen sus gustos como fuente de interés y estímulo, que ellos son la llave para experimentar, aprender y adquirir conocimiento. En este sentido, la información que llega a través de las redes sociales, pódcast y otras fuentes son multiplicadores de conocimiento e ideas que luego deben ser revisados en clase y sometidos a discusión para enriquecer el conocimiento del grupo.
Dentro de estos nuevos modelos para transformar el entorno académico, el docente o líder se convierte en coach o tutor. Estas son las bases que estimulan la curiosidad y el deseo de investigar para encontrar las verdades que conducen a los descubrimientos. Es un proceso en el que se aprende a preguntar, crear y probar las hipótesis, y experimentar hasta encontrar respuestas o verdades. Las nuevas empresas, como Google, Amazon, Alibaba, etc. con base en esta experimentación han podido definir sus líneas de productos y servicios.
Esto permite entender la importancia de la curiosidad y facilita a los estudiantes encontrar su tema de interés, investigar, descubrir y desarrollar. Aprenden la habilidad de hacer preguntas, proponer hipótesis, diseñar modelos de experimentación e investigar para recolectar los datos que les permita llegar a conclusiones y respuestas.
Llegar a ser o hacer algo grande o importante significa mucho esfuerzo y trabajo. En este proceso se aprende a enfrentar la adversidad, levantarse e insistir hasta superar los obstáculos. Se desarrolla una estructura mental de persistencia y constancia, que puede ser aprendida desde temprana edad, cuando comienzan a descubrir sus pasiones.
En este proceso se puede estudiar la vida de grandes líderes, como Simón Bolívar, George Washington, Napoleón Bonaparte, Gandhi, Luther King, Mandela, Pasteur, Gates, Jobs, etc.…; la historia de los griegos, Incas, los grandes filósofos y escritores así como los viajes de Colón, Magallanes; el descubrimiento del río Amazonas; viajes al espacio; los movimientos de Independencia, y conflictos bélicos etc. Hay que exponer a los jóvenes al proceso de cambio tecnológico acelerado, para que entiendan cómo las nuevas tecnologías influyen en nuestras vidas y benefician a la sociedad.
Esto les resultará fácil porque en la actualidad los niños nacen con el chip tecnológico y entienden el funcionamiento de las herramientas más sofisticadas. Se relacionan con computación, sensores, redes, IA, ingeniería genética, realidad aumentada, robótica y muchos otros; el objetivo es estimular su creatividad y familiaridad con los aspectos tecnológicos. De forma paralela, hay que introducirlos en el entendimiento de la ética y la moral que se relacionan con la empatía y la conducta humana, analizando los entornos contemporáneos para dilucidar los aspectos con que se encontrarán cuáles son sus sentimientos y puntos de vistas sobre estos.
Seguramente habrá discusiones muy dinámicas que fluctúen entre lo pasional y la objetividad. Desde que los niños ingresan al sistema educativo se deben promover las tres habilidades básicas: leer, escribir y calcular; pero ¿cuál será la mejor metodología para ello? Para elegir hay que ver qué países o regiones alcanzan las más altas calificaciones en las pruebas estandarizadas, obtener más información, estudiar sus metodologías y adaptarlas al entorno nacional. En matemática la ciudad de Shanghái, la República de Singapur y Finlandia tienen las calificaciones más altas. Debemos encaminarnos hacia esos procesos y métodos, con el apoyo de organismos multilaterales que promueven el desarrollo sostenible y sustentable dentro de los ODS 2030.