Una de las peores experiencias de los turistas durante los feriados es quedarse varado horas y horas (por lo general más de dos horas) en la vÃa Alóag, en el ingreso y salida de Santo Domingo de los Tsáchilas.
Entre el peaje y la parroquia AlluriquÃn, o en Tandapi, se forma un embudo, que ocasiona una fila eterna de vehÃculos. Después de los cuatro carriles que tiene esa vÃa se llega a dos carriles que hay en estas zonas, muy habitadas.
Lo mismo ocurre entre Carchi e Imbabura, en el ingreso a Quito, por Oyacachi; en el poblado de Alóag; en Machachi; en Ambato, por mencionar algunos ejemplos.
Los turistas y viajeros necesitan vÃas rápidas y una buena gestión de la movilidad, para transitar durante los feriados.
Los embudos en las vÃas no son un problema reciente. A medida que se construyeron las carreteras a cuatro carriles, también quedaron esas zonas solo con vÃas de dos carriles.
Mientras tanto, los turistas tardan entre dos y tres horas adicionales para ir al destino o para retornar a sus hogares. Eso produce una pérdida de tiempo de calidad del turismo, asà como la experiencia de un mal servicio vial y una pésima gestión de la movilidad. Se debe agregar que los usuarios pagan peajes en ciertas carreteras para transitar.
Sobre esos embudos, nada se hace ni se ha hecho. Los gobiernos locales y el central cuentan con los planes de intervención, pero su ejecución se posterga.
Las prefecturas de Santo Domingo de los Tsáchilas y de Pichincha tienen la administración de la vÃa Alóag. Pese a los planes de ampliación, esos sectores o embudos puntuales se mantienen sin ninguna intervención.
El lunes 4 de noviembre, en el último dÃa del feriado de Difuntos y la independencia de Cuenca, salir de Santo Domingo fue una eternidad. Los 20 minutos que toma el tramo entre el peaje y AlluriquÃn se convirtieron en más de una hora de larga espera.
El ingreso a Quito desde Oyacachi, por el norte desde Ibarra y Tulcán, el viaje de retorno del feriado tomó hasta cuatro horas.Â
Tanto las prefecturas y los municipios, como el Ministerio de Transporte y Obras Públicas son los llamados a crear soluciones para impedir el caos vehicular, la pérdida de tiempo y el estrés que provocan las congestiones.