El Gobierno destina la sexta parte del Presupuesto General del Estado a los subsidios. El Presupuesto para este 2013 es de más de USD 36 000 millones. USD 6 600 van a distintos subsidios.
Este egreso le cuesta al país, ya que se paga con impuestos y con dinero proveniente de la producción petrolera. Estos recursos podrían destinarse directamente a la construcción de infraestructura y a programas sociales.
Del total de subsidios, USD 4 539 millones van directamente a la gasolina y al diésel. Es decir que una parte es para la producción pero otra, importante, para el consumo. Y de ese consumo se benefician muchos de los que podrían pagar el precio real de los combustibles sin recibir dádivas del Estado.
El Gobierno, al fin, tras seis años de mandato anunció a mediano plazo una focalización del subsidio al gas. Ello puede liberar recursos para planes sociales, educación o salud, por ejemplo.
Sin embargo, la mayoría de los subsidios se concentran en los otros combustibles mencionados (la gasolina tiene el 38,7% del subsidio, el diésel, el 42%). Para ellos no hay a la vista un plan de focalización o de avanzar hacia el precio real. El anuncio del Presidente de asignar cupos (300 galones por año) todavía no se pone en práctica.
Mientras el gasto público crece el subsidio se ha multiplicado por ocho veces desde el 2007, cuando asumió el Gobierno. Es hora de actuar antes de ahogar el Presupuesto.