Después de una larga espera y casi a dos años de abierto el nuevo aeropuerto, se estrena en pocas horas la fase dos de la Ruta Viva.
La obra se considera fundamental para conectar al aeropuerto Mariscal Sucre, en Tababela, con Quito.
La Ruta Viva se suma al sistema vial existente: la Vía Interoceánica, que atraviesa las zonas pobladas de los valles de Cumbayá y Tumbaco, y la Vía Collas, en el norte, cercana a Guayllabamba.
La vía de alta velocidad y de seis carriles corre paralela a la Interoceánica, esta ubicada algo más al sur. Y su construcción incluyó cuatro grandes puentes sobre los ríos Chiche y San Pedro.
Es verdad que para complementar la obra faltar su trazado en la fase tres, que conecta Puembo con Tababela, pero la apertura de las dos primeras etapas sin duda aliviará la congestión del trayecto, especialmente en el tramo del puente metálico del río Chiche, que se instaló con carácter provisional cuando se construía el primer oleoducto.
La Ruta Viva tuvo un costo de USD 245 millones. En el primer tramo se recorren 5,5 kilómetros y en este segundo que se va a incorporar, 7,5 kilómetros. Su construcción empezó hace 29 meses.
Esta buena obra que aliviará la congestión se entregará el viernes. La ampliación de la vía E-35, que también conecta con Tababela, se entregará a fin de mes.
Resta recomendar que, pese a que su construcción e ingeniería se prestan para altas velocidades, lo mejor será circular con precaución y respetando las restricciones para evitar tragedias.