La Alcaldía de Quito, finalmente, ha encarrilado la segunda fase de la construcción del tren subterráneo, un proyecto que dinamizará la ciudad en muchos aspectos. Además, se calcula, que creará al menos unos 20 000 nuevos empleos.
Al cabo de un tortuoso sendero plagado de obstáculos que, vale decirlo, hacen parte del legado de la anterior administración, el alcalde Mauricio Rodas confirmó que el consorcio Acciona-Odebrecht- construirá la etapa dos del Metro capitalino.
El tramo dos, el más importante de un proyecto que modificará la vida del Distrito, incluye un túnel de 22 kilómetros y 13 paradas. Y demanda una inversión de USD 1 538 millones, que cuenta con el aval del Gobierno nacional, que además asignó USD 750 millones.
En un término no mayor de 60 días, la Empresa Metropolitana de Quito y la constructora suscribirán el contrato. Luego de eso, empezarán los trabajos.
La realización de una megaobra de este calado, que demanda una inversión cercana a los USD 2 000 millones, si se incluyen los trabajos de la fase inicial, desde ya pone a prueba a la capital ecuatoriana. Es un examen al que se someten, no solo las autoridades del Distrito, sino también los organismos de control y los propios ciudadanos.
Como ha anticipado el alcalde Rodas, los trabajos generarán molestias de variado tipo. Por ello, es imprescindible que se tomen las precauciones para paliar los impactos. Asimismo, se requerirá la cooperación de los capitalinos.