La idea de perforar varios pozos petroleros en el bloque 43 empezó a plasmar. Petroamazonas espera 20 000 barriles por día.
El tema es interesante, puesto que se inscribe en lo que fue una política de Estado que se consideró bandera del Gobierno de la Revolución Ciudadana.
Se planteó dejar el petróleo bajo tierra en el Parque Nacional Yasuní, mantener inexplotado el ITT y obtener a cambio recursos de la comunidad internacional que compensen al país por su aporte para mantener la atmósfera limpia.
La idea, que fue saludada con entusiasmo por varios países, no consiguió, empero, los recursos indispensables.
El Gobierno lanzó el proceso en 2007 y lo dejó en agosto de 2013 y el colectivo Yasunidos se volcó a la calle para recolectar firmas y dejar el petróleo bajo tierra, luego de una Consulta Popular fallida que recibió todo tipo de trabas en el alto organismo electoral.
El Presidente habló entonces de extracción en una parte insignificante de la zona vulnerable, el 1 por 1000. Petroamazonas dice que el pozo abierto el lunes está en una zona que no es frágil.
Pero de por medio está la viabilidad de esta nueva incursión petrolera estatal que costará unos USD 86 millones este año, en medio de la contracción económica, sin que se sepa si el petróleo pesado será rentable en el mercado internacional cuyo panorama de precios bajos es de sobra conocido.
Además se espera que Petroamazonas cumpla la promesa de emplear tecnológica amigable con la naturaleza.