La intermitencia de los ministros de Agricultura mantiene al sector agropecuario de Ecuador casi en el abandono.
Acaba de salir el tercer ministro en casi dos años del actual gobierno y se nombró a un encargado.
Recordemos que en este periodo pasaron tres autoridades. La primera fue Tanlly Vera; el segundo fue Pedro Álava y el último, Bernardo Manzano. Este último no estuvo ni un año.
¿Qué programas a largo plazo pueden perdurar con esa inestabilidad? Ninguno. También, tomemos en cuenta otro factor: cada ministro que llega -en la mayoría de los casos- empieza (o quiere) de nuevo, de cero.
Esa constante inestabilidad no solo es de este gobierno. Es de todos los gobiernos anteriores, sin excepción. Hasta ahora no existe un solo ministro de agricultura que haya perdurado en todo el periodo de gobierno.
Esa inestabilidad se refleja, no solo el cambio del ministro. Este ministro asume su despacho con nuevos viceministros, subsecretarios y otros cargos políticos. Ni medio se empapan de los asuntos de ese ministerio ya deben irse.
Con esos cambios a cada rato cómo se garantiza un buen desempeño de los programas, planes o proyectos para desarrollar una producción competitiva en la agricultura familiar campesina.
Este grupo de productores se queda a medias con la asistencia técnica, nuevas tecnologías, educación agrícola y el apoyo financiero.
Los agricultores representan cerca del 70% de la provisión de alimentos a los mercados de Ecuador y son cerca de 350 000 familias del total nacional del este segmento económico.
Su aporte de alimentos es fundamental y hay muchas oportunidades para dar valor agregado a sus productos, sin embargo, solo pocos tienen las facilidades e inversión para esa transformación.
La mayor parte lo hace de forma tradicional, sin conocimientos tecnológicos y alejada de los adelantos tecnológicos.
Todo sector representa un 7,7% en la economía nacional, como aporte al Producto del Sector Agrícola.
El sector agrícola y agroindustrial tuvo un desempeño no tan aceptable en el 2022. Apenas creció un 1% en valor, dice Expordata de la Federación Ecuatoriana de Exportadores al cierre de todo el año frente al 2021. La caída de las exportaciones bananeras en dólares y volumen del 6% incidió en ese segmento.
El decrecimiento en volumen fue de -4%. Su participación fue del 38% frente al 50% del segmento acuícola y pesquero. Su incremento en ventas cerró en 30% y en volumen alcanzó el 14%. Las manufacturas complementan las exportaciones con el 12% en el mercado.
Más editoriales:
Visita nuestros portales: