Si estamos convencidos del lema: ‘justicia que tarda no es justicia’, cualquier dilatoria artificiosa o injustificada puede entorpecer su marcha oportuna. Hay que cumplir el debido proceso.
El país está vigilante de la acción de la justicia. Decenas de expedientes en materia de corrupción a distintos niveles están en pleno proceso.
Un asunto importante es la celeridad en el tratamiento de las causas. Esa marcha debe procurarse observando todas las normas del debido proceso, el derecho pleno a la defensa y la independencia de los jueces.
Pero no son admisibles las artimañas o meandros concebidos como estrategia dilatoria en alguna de las causas más graves que se ventilan.
Cualquier táctica ajena a las peticiones como aquellas que son admisibles y aceptables por la sana lógica debe ser corregida y hasta sancionada, de llegar a ser el caso.
El jueves, la opinión pública recibió un balde de agua fría, cuando se advirtió sobre una posible dilatoria de uno de los casos más emblemáticos en materia de corrupción de la historia nacional: Sobornos.
En este caso están juzgados como actores el expresidente Rafael Correa, el exvicepresidente Jorge Glas, varios ministros y 21 empresarios privados. El juicio toma sus tiempos. Ahora se lleva adelante la presentación de testimonios y las tensiones han aparecido en el estrado.
El testimonio de un perito sostiene que existió una estructura delictiva. Su cabeza sería Rafael Correa. El ex presidente prófugo en Bélgica. Al país le hace falta un baño de verdad.
La Fiscalía General estima que ya hay un número suficiente y representativo de testimonios; pese a haber 160 testigos previstos puede cerrar esta fase. El testimonio sustanciado este viernes fue rápido y la audiencia se reanudará luego del feriado que se cumple en el país.
Dos jueces, en efecto, tenían planificado con antelación viajar al exterior, pero su ausencia podría haber empantanado el trámite del proceso.
Una rápido y oportuno pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia dejó las cosas claras y en su sitio.
‘Mientras la audiencia de juzgamiento no concluya, no se ausentarán del país (los jueces)’, señaló el comunicado de la Corte con claridad pero contundencia y estos resquemores fueron disueltos.