Reino Unido deja hoy el bloque de la Unión Europea y empieza una nueva relación con el mundo.
En esta nueva etapa, a la que se conoce como posbrexit, la prioridad de los países será definir las normas que regirán las relaciones con Reino Unido en temas comerciales, migratorios, ambientales, turísticos, financieros, tecnológicos, entre otros.
Los 27 miembros de la Unión Europea sienten que han perdido un socio y han ganado un fuerte competidor que implementará normas diferentes a las vigentes en el bloque. Sin embargo, y para evitar una competencia desleal, exigirán a Reino Unido que cumpla un mínimo de leyes en materia de derechos laborales o estándares ecológicos para que pueda acceder al mercado europeo.
Esa negociación tomará todo el 2020. De ahí que, en la práctica, la relación entre Reino Unido y la Unión Europea no cambiará este año -considerado de transición-, hasta acordar la futura relación comercial.
Estados Unidos, que apoyó el brexit, empezó a preparar esta semana el terreno para una negociación comercial con Reino Unido, mientras que Japón, cuyo emperador visitará Londres en primavera, podría ser el primero en firmar un acuerdo.
Las autoridades de Reino Unido necesitan aclarar lo más pronto las reglas del juego con sus socios comerciales, ya que el brexit, decidido hace tres años, ha significado menos inversión y crecimiento, aunque eso no ha golpeado su mercado laboral.
La relación de los países andinos con Reino Unido no sufrirá cambios, ya que se encuentra protegida por el acuerdo comercial multipartes que empezó a regir desde enero del 2017.
En el caso de Ecuador, los lazos con Inglaterra se han fortalecido durante el último año, luego de que terminó el asilo de Julian Assange en la embajada de Ecuador en Londres. Este tema congeló la relación bilateral por siete años, según el subsecretario permanente del Ministerio de Relaciones Exteriores de Reino Unido, Simon McDonald. Ahora se esperan mejores resultados en materia económica, pues el intercambio comercial perdió dinamismo el 2019.