EL MANEJO DEL TRÁNSITO EN QUITO
Transitar por Quito se ha vuelto engorroso, y la congestión y la contaminación no hacen amables los demorados trayectos. Las soluciones de fondo tardan. Cuando se implantó el Pico y placa como medida restrictiva, los expertos advirtieron que su efecto práctico sería temporal.
Se retiraba un 20% del parque automotor diariamente de la circulación en las horas pico, pero el crecimiento de la venta de vehículos por las facilidades crediticias y la estabilidad económica licuarían la medida en poco tiempo.
Así ocurrió, y aunque la medida es evaluada de manera positiva por el Alcalde, está claro que no es suficiente. Tampoco se arbitraron todas las compensaciones al desequilibrio que imponen una topografía rugosa y serpenteante, el cuello de botella de la arquitectura del centro, las montañas que rodean la larga y estrecha urbe.
El proyecto de construcción del metro tardará muchos años, es muy costoso y solamente planea, en una primera fase, una línea. Por ahora se construye una estación pero para que el tren empiece a funcionar habrá que esperar un lustro. Así mismo, se dilata nuevamente la asunción de la competencia y control del tránsito por parte de la Municipalidad. El tiempo y preparación de los agentes tarda y, pese a las ofertas, otra vez se aplaza.
Todos estos temas estarán atravesados por un año donde el calendario electoral cuenta. Pueden jugar las fichas en cualquier dirección.