Se trata de la inversión más grande de la historia del país. El proyecto Coca-Codo Sinclair, que sufrió varios tropiezos, ya se podrá viabilizar tras el anuncio del Eximbank de la República Popular China de otorgar un crédito de USD 1 682 millones al Ecuador, atado con la empresa estatal Sinohydro, escogida para la realización de la obra.
Además, se anuncia que otro proyecto importante, Sopladora (aguas abajo de la presa de Paute), también se construirá con dinero chino: USD 600 000 millones. Con esto se financia más del 50% de los proyectos hidroeléctricos del país.
En cuanto al crédito, cabe anotar que el interés es del 6,9%, que expertos consultados por este Diario consideran oneroso.
El proyecto ha sido dilatado desde su anuncio efectuado en el primer año del Régimen. Primero fue una negociación fallida con la empresa argentina Enarsa que ‘invirtió’ USD 500 000 y recibió, al cabo de un año, 5 millones. De ese agrio recuerdo queda la placa de piedra que pusieron la presidenta Kirchner y el presidente Correa, con bombos y platillos, en Carondelet. Los cuestionamientos, como los formulados por León Roldós, que hablan de contratación a dedo no cejaron.
Hay que recordar que Coca-Codo Sinclair es un proyecto que consta hace más de dos décadas en el plan maestro de generación hidroeléctrica elaborado por el ex Inecel. Su capacidad inicial era de 800 MW. Hoy se quiere duplicar su capacidad de generación y su costo, que bordeaba los USD 1 200 millones, ha llegado a USD 2 000.
La obra tardará varios años. Al menos uno, hasta actualizar los estudios de ingeniería e hidrología, verificar los caudales y reajustar las especificaciones y, entonces, sobre los cinco años de construcción. Estaría el 2016, concluido el mandato de Rafael Correa.