La reelección de Donald Trump en Estados Unidos podría tener efectos significativos en Ecuador, especialmente en comercio, seguridad y migración. El reciente giro del voto latino hacia Trump podría influir en las políticas que impacten a los países de Latinoamérica.
Uno de los mayores desafíos y a la vez una oportunidad para Ecuador sería la relación comercial con Estados Unidos, su principal socio. En su mandato anterior, Trump aplicó medidas proteccionistas, imponiendo aranceles elevados a productos importados, centrados principalmente en México y China.
Aunque Ecuador no fue un objetivo directo, ahora las autoridades ecuatorianas deberán mostrar su habilidad para concretar negociaciones comerciales que beneficien a ambas partes. Esto es clave tomando en cuenta que el enfoque de Trump es “America First”. En otras palabras, su prioridad será la protección de la industria estadounidense.
En el ámbito de seguridad, Trump podría continuar con su enfoque en combatir el narcotráfico. Su administración ya había ejercido presión sobre los gobiernos de América Latina para adoptar medidas más estrictas contra la inseguridad y el crimen organizado.
Actualmente, Ecuador y Estados Unidos cuentan con un memorando de entendimiento regional de intercambio de información para combatir el narcotráfico. Esto se renovó en julio de 2023.
En enero de 2024, la colaboración de ese país se amplió, tras la segunda visita de la general Laura Richardson, jefa del Comando Sur de Estados Unidos.
Adicionalmente, hay tres acuerdos militares vigentes: El Estatuto de las Fuerzas (SOFA, por sus siglas en inglés) establece el marco bajo el cual los militares y el personal civil estadounidense puede operar en Ecuador. Hay otros dos acuerdos para operaciones contra actividades marítimas transnacionales ilícitas. Además de asistencia en interceptación aérea.
Otra iniciativa que está en debate es la propuesta del presidente Daniel Noboa sobre reformar la Constitución de la República para la operación de bases militares extranjeras en Ecuador. Este proyecto reformatorio está en manos de una comisión ocasional en la Asamblea. Si esta propuesta avanza, la presencia de militares estadounidenses sería una de las posibilidades.
Para Global Americans, las relaciones con países catalogados como conservadores-libertarios, como Argentina y Ecuador, podrían permanecer constructivas. No obstante, habría que ver si esto se mantiene tras la elección del próximo presidente de Ecuador.
Otro punto neurálgico es la postura dura hacia la inmigración de Trump. Un informe de la National Foundation for American Policy (NFAP) reveló que hasta 2,7 millones de personas perderían la protección frente a la deportación durante una segunda administración Trump.
“Muchas personas con Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) y beneficiarios del parole humanitario y del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) podrían ser deportados”. A esta conclusión llega el informe.
Trump ha prometido eliminar los permisos humanitarios y el TPS termina entre 2025 y 2026 para 16 nacionalidades beneficiarias. Trump ya trató de acabar con el TPS cuando fue presidente, pero no se concretó por demandas en su contra.
El programa DACA también se salvó años atrás. El Tribunal Supremo mantuvo la protección a los beneficiarios (jóvenes que llegaron al país cuando eran niños). Sin embargo, ahora no se descarta que a través de apelaciones, el programa vuelva a la alta corte a fines de este año o en 2025.
En definitiva, un mayor endurecimiento de las políticas migratorias podría aumentar el número de ecuatorianos que intentan migrar hacia Estados Unidos, lo que incrementaría los riesgos en la travesía.
Paralelamente, un aumento en las deportaciones o en la dificultad para obtener visas podría reducir significativamente el flujo de remesas hacia Ecuador.
El cambio en el voto latino hacia Trump sugiere que la economía es una prioridad para muchos votantes hispanos. Esto podría generar tensiones entre estas políticas económicas y las medidas migratorias estrictas que Trump propone.
En conclusión, la reelección de Trump representa un escenario complejo para Ecuador, que enfrentará tanto desafíos como oportunidades. Desde las tensiones comerciales y las políticas de seguridad hasta los impactos en la migración y las remesas, el país tendrá que navegar un panorama internacional impredecible. La habilidad del gobierno ecuatoriano para adaptarse a este entorno será clave, especialmente al equilibrar los intereses económicos y las necesidades humanitarias de su población.