El Gobierno espera extraer petróleo del campo Ishpingo, el más septentrional del bloque conocido como ITT(Ishpingo- Tambococha-Tiputini) en marzo.
El ITT ha estado particularmente expuesto al debate público nacional y mundial especialmente por las amenazas que podría suponer a la zona intangible como Parque Nacional Yasuní.
La preservación del Yasuní fue motivo de una larga campaña para buscar fondos internacionales y dejar el petróleo bajo tierra, que desplegó sin éxito el Gobierno anterior y varias figuras.
Luego llegaron los tiempos de las vacas flacas, la caída del precio del crudo y el pragmatismo que señaló a la comunidad internacional como responsable de no haber contribuido para apuntalar la idea de dejar el petróleo bajo tierra en esa zona frágil. Los máximos defensores de la naturaleza piensan que se debe dejarlo allí no solamente en zonas protegidas sino en cualquier sitio; la misma postura radical existe para temas delicados como la minería.
Toda acción del ser humano tiene sus consecuencias y lo ideal a veces es imposible: el obtener beneficios económicos con la menor afectación al entorno natural y responsabilidad social.
El grupo Yasunidos quiso llevar el tema a consulta y su realización fue bloqueada. El Presidente ahora propone una solución intermedia, con el menor grado de intervención posible. Explotar Ishpingo supone una gran reto para hacerlo sin afectar a la naturaleza y a los habitantes de la zona intangible.