Forma parte del juego del poder. El Régimen manejó un discurso de izquierda y generó animadversión. Muchas inversiones del sector privado no han llegado al país. Al menos no lo han hecho ni en la abundancia ni en la diversificación que han experimentado las naciones vecinas: Colombia y Perú.
La reunión de hace dos semanas produjo acuerdos que, en la práctica, deben concretarse. Algunas peticiones de los grupos empresariales tuvieron eco presidencial en lo referente a las jornadas laborales de actividades especiales y aspectos tributarios.
Fomentar las relaciones comerciales con Europa es un punto clave. Pero las conversaciones con la Unión Europea han frenado su velocidad en más de una ocasión por aspectos políticos. Una postura presidencial pragmática siembra esperanzas pero todavía no llega.
Sin embargo de la relación tensa mostrada en cinco años entre Gobierno y empresarios, operan en el país 100 grandes grupos económicos (datos del SRI). Sus negocios han crecido al calor del discurso radical de la revolución ciudadana, lo cual parece todo un contrasentido. Entre el 2010 y el 2011 los ingresos de esos grupos crecieron en 12%. Hablamos de USD 35 874 millones.
Hay dirigentes empresariales que atribuyen este crecimiento al dinero que se dinamiza desde la economía estatal que ha visto incrementar su presupuesto en más de tres veces en cinco años de Gobierno (desde USD 8 600 millones hasta 26 700 millones) y eso se expresa en el movimiento comercial. Hay demanda pero restringir a las importaciones es una seña contradictoria.
No cabe perder de vista que la reunión con los empresarios se da cuando se avecina un proceso electoral. Talvez al Gobierno le conviene moderar el discurso.