La democracia se sustenta en la transparencia. Es uno de los aspectos importantes -desde luego, no el único-.
Las elecciones del 23 de febrero son un termómetro de la política nacional y pudieran expresar un crisol de visiones provinciales y locales.
En las circunstancias políticas que vive el país y cuando esta semana se cierra la posibilidad de divulgar encuestas de opinión, puede ser un auténtico aporte a esa transparencia requerida que distintas cadenas televisivas independientes a escala nacional formulen encuestas ‘exit poll’.
Los diferentes sistemas de recolección de datos y las encuestas a boca de urna se han sofisticado a tal punto que su divulgación se vuelve un mecanismo fiable para adelantar los datos oficiales que se entregarán más tarde.
Esta no es una elección presidencial, cierto es, pero las tendencias políticas en las diferentes ciudades del país, las más populosas e influyentes, y las capitales de provincias, marcarán interés el 23 de febrero, quizá el único en una campaña signada por la ausencia de debates -algo que se supone indispensable- y por una propaganda oficial y la incidencia inconveniente de actores políticos.
Cuando hay interrogantes sobre los resultados, alto grado de indecisión y una autoridad electoral sin diversidad ideológica, los ‘exit poll’ pueden ser beneficiosos y su amplia divulgación, un aporte con el cual los medios independientes contribuyan en la construcción de una información transparente y plsural.