La información indica que en el mundo se han detectado 228 casos de hepatitis aguda en niños en una veintena de países. Las cifras y las condiciones no llegan a niveles para considerar que hay una pandemia, como la del covid-19, pero son datos que exigen mantener una férrea vigilancia epidemiológica, para identificar casos o para evitar su ingreso al país. Más si se toma en cuenta que ya se han presentado estos diagnósticos en los no tan lejanos Argentina y Panamá.
De todas formas, la población está más preparada que antes para enfrentar un nuevo reto sanitario si llegara a ser necesario. Lo aprendido durante dos años de pandemia es y seguirá siendo muy útil tanto para enfrentar al mismo coronavirus, que sigue circulando, como para protegerse de las enfermedades que provienen de virus que se esparcen por el aire, como parecer ser también el caso de la hepatitis pediátrica en mención.
Ciertamente, aún no se ha logrado determinar el origen de esta enfermedad. Pero las principales hipótesis apuntan a que agentes microbiológicos pueden ser los responsables. Sobre todo porque en los casos detectados no se ven patrones comunes que tengan que ver ni con cuestiones ambientales, exposición a agentes tóxicos o alimentos. Los virus que causan las hepatitis tipo A, B, C, D y E de momento están descartados, porque no han aparecido en los estudios. Sin embargo, sí ha habido presencia de un adenovirus, catalogado como de tipo 41 o F41. Es el responsable de causar enfermedades intestinales, pero hasta ahora no se había visto que generara daños en niños sanos, niños que no tuvieran alguna condición inmunitaria especial previa. También puede deberse a un nuevo virus que aún no ha sido catalogado. O, incluso, a los cambios que el covid-19 pudo dejar como secuela en el sistema inmunológico de los infantes.
En cualquier caso, siendo que los virus son por ahora la causa más probable, las medidas de bioseguridad ya conocidas sirven muchísimo. Lavarse las manos, no toser en las manos, evitar el estrechón de manos, usar mascarilla en lugares cerrados son elementos claves de prevención que ya todos saben aplicar.