Las noticias sobre la situación del país no son alentadoras. El estado de inseguridad ha traspasado las
fronteras. Gobiernos y medios de los países vecinos hablan sobre los problemas que afronta Ecuador, que hacen que el país pierda esa imagen que siempre se ha querido proyectar: “isla de paz”. Las consecuencias son la reducción de un atractivo como país de inversiones o como destino turístico.
Y si esa es la imagen al exterior, la situación interna también se torna compleja y cada vez más desesperante para los ciudadanos de a pie. Las extorsiones han aumentado, según los reportes, incluso en Quito. Los propietarios de locales comerciales reciben amenazas; pero -a la vez- no se denuncia por la desconfianza en las instituciones públicas, porque la impunidad es una constante en los procesos judiciales a gran escala y las personas prefieren callar y evitar tortuosos procesos judiciales, que no llegan a un final con respuestas justas.
A tal nivel ha llegado el miedo, que nos estamos blindando. Los vecinos de los barrios pretenden cerrar los accesos a las calles, a pesar de que las normas lo prohíben. Lo que es peor, cualquier persona extraña es mal
vista si entra a un lugar y no se identifica. En la vía pública es cada día más común ver militares armados rondando, como si viviéramos en un estado de guerra. En uno que otro centro comercial, las personas deben probar que no llevan armas y los almacenes han optado por poner desde rejas hasta cerrar temprano para evitar asaltos y robos.
Todo esto ocurre en un momento de debilidad política del Gobierno y del resto de poderes del Estado. Ejecutivo y Legislativo están en fuego cruzado por el eventual juicio político a Guillermo Lasso. Y, más allá de esto, ni el Gobierno ni el resto de entes estatales han logrado dar una respuesta de esperanza sobre la inseguridad y el narcotráfico, sino todo lo contrario.
El estado mental de las personas es vulnerable y ganan fuerza aquellos que creen que solo con la violencia se toma el poder. Nadie ha pensado en que si nos escondemos, ellos ganan. Es hora de juntar esfuerzos desde cualquier sector y dar soluciones.