El Gobierno se apresta a decirle al país con claridad el camino que se debe seguir para hacer frente a una situación económica difícil.El Presidente le dijo al país que ‘no hay tal mesa servida’. En consecuencia, la presentación del Presupuesto General del Estado deberá reflejar esa realidad que el Régimen saliente no mostró en su dimensión y que se ha ido develando poco a poco.
El Ministro y su equipo preparan los detalles del Presupuesto que, siempre se ha dicho, es un plan de Gobierno donde se juntan las expectativas y las posibilidades objetivas.
Más allá de ese trámite, el Presidente deberá contar con el concurso de los legisladores para emprender reformas claves y tratar de enderezar la situación. La discusión y reforma de una Ley de Plusvalías, que fue a todas luces perjudicial para un sector importante en la generación de consumo y absorción de mano de obra, es prioritario. Hay que impulsar de nuevo a este rubro clave.
La revisión de tributos que han perjudicado la acción privada, como el anticipo exagerado del Impuesto a la Renta, y la reducción paulatina del Impuesto a la Salida de Divisas podrían ser los primeros pasos. Las siguientes prioridades estarán en la manera de afrontar un gasto público alto, una deuda externa voluminosa, con plazos cortos e interés alto, y emprender tareas para atenuar el impacto del déficit fiscal. Estos puntos pueden despejar el camino para que el Presidente emprenda la inmensa tarea social que se ha trazado.