Dos aspectos clave en la agenda pública son la educación y la salud. Los esfuerzos de estos años han sido notables pero no suficientes, a juzgar por las cifras.
El Ministerio de Salud Pública ha impulsado programas importantes para combatir la desnutrición. Sus causas profundas, según datos de la Organización Mundial de la Salud y parámetros técnicos, se fundamentan en la falta de conocimiento sobre la lactancia infantil. Además influyen los malos hábitos alimenticios y los niveles de pobreza.
La realidad muestra que en 1986 el 40,2% de los niños menores de cinco años sufría de desnutrición crónica. Los datos del año 2014 arrojan avances: el 23,9% de los menores presentaba este problema. Es un dato importante pero es el propio Ministerio del ramo el que considera resultados modestos, pese a la dedicación y los constantes esfuerzos en planes y programas destinados a educación en hábitos alimenticios y cuidados de salud.
Para el año 2015 el Ministerio efectuó un total de 712 806 controles. Esa cifra subió en 30% en comparación con los datos relacionados con el año 2014.
Otro aspecto que afecta sensiblemente a la salud y por ende la desnutrición se finca en el tema presupuestario. Si bien en el año 2014 el plan bandera Desnutrición Cero contaba con USD 5,2 millones, para 2015 se estableció un monto de USD 4,4 millones. Este año se proyecta USD 3,7 millones. Es la realidad de la contracción de la economía, que golpea a los sectores más vulnerables.