La semana pasada se produjo una sorpresa. El Gobierno hizo uso de una de sus prerrogativas para dirigir los préstamos que debe entregar la banca privada.
Es una de las estrategias asumidas para dinamizar la actividad de la construcción que, como se sabe, motiva la generación de empleo en los sectores de mano de obra menos calificada.
La idea de esta y de otras medidas ya tomadas es contrarrestar los efectos por la caída de los precios mundiales del petróleo en una economía dependiente de una moneda que se revalúa.
Se trata de entregar créditos a bajo interés. Las tasas de la banca privada serán del 4,99% , mientras que para el banco del Seguro Social( Biess) serán del 6%.
El crédito es por un monto máximo de USD 70 000 para vivienda y no se puede acceder si ya se tiene otra casa. Además, se entregará para viviendas nuevas; esta condición persigue la reactivación del sector de la construcción.
El plazo de los préstamos es de 20 años y la cuota inicial, de apenas un 5%.
En un mes, un grupo de bancos privados grandes deberán recibir las solicitudes y colocar los créditos. Previamente se deberá conformar un fideicomiso que será complementado con un aporte estatal. El ministro de la Política Económica, Patricio Rivera, sostiene que esta operación no afectará a la banca privada.
De su lado, el Biess estará en capacidad de otorgar estos créditos desde la segunda semana de abril y con iguales características de los préstamos que dará la banca privada. Un incentivo interesante.